Table of Contents Table of Contents
Previous Page  182 / 292 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 182 / 292 Next Page
Page Background

16±

RICARDO ROJAS

silente de las breñas, sienten acaso como en parle

alguna, la presencia de esa visión portentosa. La

agrestes deidades aborígenes y las doclas creaciones

teologales, se deforman recíprocamente, y nace la

mitología hispano-americana, ahondada la vida sobrc–

natu ral, bajo el influjo doble de las almas crédulas

y

de las tierras vírgenes.

Entre los seres vagos de esa región desconocida,

Zupay es, sin duda, la síntesis admirable del obscuro

proceso y

la encarnación mas potente del misterio

selvático. ZuRªY es el Diablo; y como tal, no es el pro–

ducto genui o

tl

1

spfritu quichua, ni la tradición

@l

de onio español. Supersticiones y

relatos del

.fl _

K

oTe

po ular preséntanle en el bosque

santiagueño como el

Rey

de las Sombras. En su estado

prin1ordial es un genio latente

y

inaligno ; es el origen

de todo lo adverso que aflige á los hombres,

y

el ene–

migo de Nuestro Señor. Puede estar en el agua, en el

fuego; en la atmósfera; y sabe, al par, dirigir esLos

elementos pnra sembrar en la selva pestes, inundacio–

nes, sequías

y

catástrofes, aun cuando tales flagelos,

-

según cierto gaucho teólogo, amigo mío, -

suelen

venir también de Dios ...

Este ha sido el concepto mítico del mal, común

á

todas las naciones;

y

asi lo concibieron los Incas.

La civilización peruana pasó por dos épocas sucesivas