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EL PAIS DE LA SELVA
111
Antes, en tien1pos
ya
abolidos, prefirieran la aloja, fer–
mento de algarroba que se tomaba en guampas, -
vasos de as la de buey, -
pero el sabroso néctar tra–
dicional, digno de un dios gennano, ha sido susti–
tuído por aquellas pócimas de enherbolados alambi–
ques .
..--- ¿Y quién paga las bebidas? -
pregunté.
-
Según, - me informó el co1nisario, -
si el baile es
de Angelito, los padrinos ; si es de casamiento, los
novios ; si es de la Telesita, los promesantes ...
y
así.
Éste era de los últin1os.
Agregó mi interlo-cutor que también se realizaban
tales reuniones las
dj
de año nuevo, navidad, pascua,
reyes, carnaval. . l
era siempre el mismo ; sólo
variaba el prete
-
-Y
oco la decoración. Dado el
motivo religios
~
os a les que se realizaban en torno
de los seres muertos
á
la primera edad de la vida,
6
para agradecer bienes recibidos del cielo, -
era en
ellos donde podía verse cómo el baile de nuestras selvas
había conservado su prin1itivo carácter religioso, sin
ex_cluir el p-rofano. Y la muchedumbre congregada en
ellos, ebria de alcohol
y
de gozo, como en ese del
rancho saladino,
realizaba,
inconscient;e
1 ,
la misn1a
J
obra que por feliz evolución hiciera de los griegos los.
creadore·s del arte.
Entretanto, el canto había vuelto
á
llamar m1 aten-