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EL PAIS DE LA SELVA
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viaJero, al caudillo, al mag·istrado, ó simplemente al
patrón. El anima las reuniones carnavalescas
ó
nup–
ciales;
~l
plañe en torno al féretro de los difuntos mo–
nótonas alabanzas
y
junto al cadáver de los párvulos
musita la letanía de los ángeles, -
pues allí donde no
llega la acción sacramental de la Iglesia, no sólo re–
aliza la misión profana de la alegría báquica, sino las ce–
r~1nonias
de un verdadero culto religioso.
Sacha-Sachata purimi,
Llorando ini n1ala suer te;
Urpi cunallampa causa
Hasta que venga la muerte...
Ninguna parti }ar·
it dumentaria singulariza la
e
instru1nento del cual se
acompaña, com
i:gu
~a.
Cultiva dos amores: su
china
y
su vihue a. Protege
á
ésta últitna de la humedad
y
el sol;
y
desde que tiene caderas
y
talle como una
n1ujer, ésta sabe, al igual de la otra, las caricias de
su 1nano
y
el jirel de sus cintas ... Y la vihuela corres–
ponde tanto
á
sus amores que la trova dice :
Las cuerdas de mi guitarra
Gimen conmig o
á
la par
Y me ayudan
á
llorar
El dolor que me lastima :
Si parece que la prima
Hubiese aprendido
á
hablar.
G. ,