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incestuosos
ó
adultel'inos. La serpiente
A-
111
a
rt1'
la veían en
el
cielo en una conste–
lación, i la consideraban como producto ,
de la tienta, pues
á
esos torl:ellinos de pol
vo que culebreando ascienden hasta las
nubes, le llaman Amaru
í
la explican así:
la tierra brama,
í
ese bramido es
el
grito
del Amaru; cuando cielo
í
tierra se jun–
tan en
el
espasmo nervioso de la vida,
conciben
á
la serpiente que sube en
d
tornado, cuyo hueco de salida ha queda–
d0 en el suelo. Efectivamente se ve esas
turbonadas de tierra
cf
urar dos
i
tres ho–
ras excavando fosas profundas. I ellos
huyen aterrorizados.
Es
~se
el ser mitológico que preside
las sequías, ocasionando las.hambrunas.
·Mas hai
el
otro
.\r11 a ru ,
el que sale de
las lagunas con las trombas de agua que
se forman ascendiendo hasta las nubes,
acompañadas de.' truenos, ray0s i relám–
pagos, que
ori~inan
las inundaciones,
(loc!las
1
huaicos ),
otra forma de casti–
gM _
á
los humanos.
Faniilíarizadós con los fenómenos de
la naturáleza contemplaban absortos que
·cl
rayo.descendía de lo alto para 'íntrodu–
éírse en la madre tierra (
pa cha111ama. )
-Observaban que ·-el contacta · de las bru–
mqsas nubes con las altas cimas de las