HISTORIA NATVRAL Y MORAL DE LAS INDIAS
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<da vida i la muerte del S. Xavier». La es–
cribió también por separado, para incluirla
en los
Extravagantes,
donde puede verse
en las págs.
559-591
dela edición de Madrid
de
1616.
6123.-Historia Natvral
y
Moral de
las Indias, en qve se tratan las cosas no–
tables del cielo,
y
elementos, metales,
plantas,
y
animales dellas:
y
los ritos,
y
ceremonias, leyes,
y
gouierno,
y
guerras
de los Indios. Compuesta por el Padre
Ioseph de Acosta Religioso de la Com–
pañia de Iesus. Dirigida a la Serenissima
Infanta Doña Isabella Clara Eugenia de
Austria. Con privilegio. Impresso en Se–
uilla en casa de luan de Leon. Año de
I
590.-[Después del texto, antes del ín–
dice
J:
Fve impresso en Sevillá en casa de
luan de Leon, junto a las Siete Rebuel–
tas,
I
590».-[Al fin
J:
Hispali, Excmlebat
Ioannes Leonius. Ano,
I
590.-En 4.º, de
535 ps., s. 19
1/2
hs. p. n.- (Hay varias
reimpresiones.)
«En estos últimos tiempos se ha formu–
lado co'ntra su autor [el P. José de Acosta]
una acusación de
plagio ,
calificándolo de
mero copista (en la parte respectiva) de los
MSS. del P. Duráu . Este cargo, indicado
ya por Torquemada (Monarq. Ind., tom.
2,
p.
120
y
217)
y por Pinelo . (Bibl. Occ.,
col. 71 r), provino, sin duda, de lo que dice
Dávila Padilla en su
Hi'storz"a de la funda–
cion )' dz'sczwso de la provincia de Santt'ago
de México
(pág. 814 , ed. de
1596),
ha–
blando de Fr. Diego Durán: "Vivió muy
enfermo y no le hicieron sus trabajos, aun–
que parte de ellos están ya impresos en la
.Füosofia mitm·al )' m.l)ral
del P. Josef
Acosta, á quie·n los dió el P. Juan de To–
var." De este hecho no hay duda, porqué
así lo confiesa el mismo autor en el cap.
I.
0
del lib. 6.
0
,
con estas palabras: "De estos
autores es uno Polo Ondegardo, á quien
comunmente sigo en las cosas del Pirú; y
en las materias de México, Juan de Tovar....,
sz1z otros autores graves que
}01·
escrt'to
ó
de
palabra me han bastantemente informado
de todo lo que voy refiriendo." Esta sincera
c~n~esión
parece que <:'.Xcluye
la
nota de pla–
giario, pero no ha bastado para que el lord
Kinsborough, en su magnífica obra
Anti–
qut'ties ofMexico
(tom. 6.º, p. 332; tom. 7.º,
p. 18
5),
deje de acusar al autor de tres deli–
tos literarios
de no poca magnitud,
á saber:
plagio, falta de buena
fe
en no descubrir el
nombre del autor, á quien
puede dect'r:se
que
debía cuanto comprende su obra .relativo á
la historia antigua de México, y
lo
que
es
peor,
haber mutilado el capítulo primero.
Para los que conozcan la, teoría favorita del
lord, bastará decir que en
el
capítulo supri–
mido (publicado por el lord) defiende
d
P. Durán la opinión de los que hacen des–
cenderá los americanos de los judíos, y la
omis!ón de una pieza tan favorable á su sis–
tema debía ser á los ojos del lord un delito
imperdonable: si Acosta hubiera sido editor
de las obras de Durán, el cargo sería funda–
do; pero el mismo hecho de calificarlo de
plagiario basta para concederle Ja facultad
de tomar y dejar del texto de Durán lo que
le pareciera. Queda sólo de los tres cargos
el de plagio, y para poder juzgar en esta
causa sería preciso tener á la vista el MS.
de D!frán, á fin de compararlo con la obra
de Acosta, quedando siempre
á
este último
el recurso de escudarse con su propia con–
fesion del cap.
I.º,
lib. 6.º», dice D. Joaquín
María Icazbalceta en el
Diccion. univers. de
Hist.
y
de Geogr.
(ed. refund. y aument.
para México, r, 47-8); y a1iade más adelante
en la misma obra: «Clavijero dice que [el
P. Juan de,Tovar] ''escribi.5 sobre la Histo–
ria antigua de los Reinos de México, Acol–
huacan (Tezcuco) y Tacuba, des pues de
haber hecho diligentes investigaciones por
orden del virey D. Martin Em:iquez, y que
de esos manuscritos se sirvió principalmen–
te el P. Acosta para lo que escribió de anti–
güedades mexicanas, como él mismo lo con–
fiesa". Dávila Padilla dice, por otra parte,
que el P. Tobar,
que vive en el Colegio de
la Compa1iía de México,
dió al P. Acosta
los manuscritos de Fr. Diego Duran, domi–
nico,
y
de este último no hace mencion
Acosta, siendo así que se confiesa obligado
I