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EXERCITIA SPIRITVALIA IGNATIJ DE LOYOLA
sejaba, como consta de su vida y revelacio–
nes.... Tampoco dejó el Santo
[P.
Ignacio
J
m'as que los puntos de meditacion, y son
los mismos de Santa Gertrudis, y que usa–
ban tan de antiguo los Benedictinos; y todo
lo demas que sobre cada punto se ha escri–
to, y forma el libro llamado de los Exerci–
cios es invencion posterior de los Jesuitas,
pero con gran variedad segun la diferente
idea de sus AA. discurriendo cada uno a su
modo sobre los novissimos; y algunos con
bastantes errores ...•»
Siempre habíamos tenido al Sr. D. Ma-
-
nuel de Roda por simple discípulo de los
j ansenistas de Francia y Holanda; pero en
vista de las precedentes líneas, copiadas del
original autógrafo de su carta, no podemos
menos de convenir en que era muy superior
á sus maestros en ignorancia, desvergüenza
y mala fe. Conclusión, según el Sr. Roda:
El Santo no escribió semejantes
Exercicios,
por lo que debe calificarse de pura necedad
el acudir en busca de sus fuentes al libro
del abad de Monserrat ó al códice del monje
de Monte
Casino.Loque él escribió fueron,
sencillamente, unos «puntos de medita–
-cion»; y aun esos, no de su cabeza, sino co–
piados á la letra, según todas las señas,
puesto que «son los mismos de Santa Ger–
trudis»; los mismos de que se valían ya «de
antiguo los Benedictinos», mucho antes
quizá que la misma Santa.
Desgracia grande fué del buen P. Caye–
tano, y aun del P. Yepes, haber nacido de–
masiado pronto para que pudieran recurrir
á las noticias históricas de nuestro D. Ma–
nuel, que ahorrara al segundo la molestia
de andar perdiendo el tiempo en inteligen–
cias con el P. Ribadeneyra y proporcionara
al primero datos auténticos é importantísi–
mos en que ni él había pensado ni habían
de pensar sus amigos y sucesores hasta el
feliz reinado de Carlos III y ministerio del
incomparable Aragonés.
Pero basta ya de respuesta á chismes é
invenciones que, en su mayor parte, no
merecían más que la del silencio ó el des–
precio. Con
el
uyamos este artículo advir–
tiendo que la insensata y aun injuriosa pre–
tensión de querer arrebatar al santo Funda–
dor de la Compañía de Jesús la gloria de
haber sido único y legítimo autor de los
Exerci"cz"os Spti·üvales,
no nos pareció razón
suficiente para que nos detuviéramos á re–
señar los títulos de las numerosas traduc–
ciones
á
cuyo frente
apar~ce
su nombre, y
que por esa cau¡a los h emos omitido en
absoluto, no sin algún escrúpulo ó senti–
miento de haber andado demasiado pródi–
gos hasta en la enumeración de los textos
originales.
6114.-I. Exercitia Spiritvalia Ignatij
de Loyola. Cum Facultate Superiorum.
Romae. In Collegio Societatis Iesu
M. D. LXXVI.-En 24.º, de ps. 280-16,
s. 4 hs. p. n.
II.
Exercitia Spiritvalia:
R.
admodvm
in Christo patre nostro, M. Ignatio de
Loyola, Societatis Iesu Institutore,
&
primo Generali Prreposito, autore. Vien–
nae Avstriae, In redibus Cresarei Collegij,
dictre Societatis Anno Dñi 1563.-[Al
fin
J:
Impressum cvm Legitima Licentia
die xu. Octobris M. D. LXIII.-En 16.
0
1
de 141 hs., s.
I
p. n.
Primeras ediciones que, con estos títulos·
ó ligeramente variados, se han reproducido
muchas veces, llevando expreso el nombre
del autor, aunque nunca el del traductor• .
Véase núm. 892.