EL EXIMIO DOCTOR, Y VENERABLE PADRE FRANCISCO SVAREZ
427
alabar la obra 5in peligro de vanidad, por–
que no tengo la gloria de haberla hecho;
sino solo la dicha de que
V.
S. lllustriss.
admitan este corto cuydado en imprimirla
en nuestro idioma.»
No negaremos que hay alguna ambigüe–
dad en estas palabras, y que aun pudieran
sufrir la interpretación de que no tenía «pe–
ligro» de vanagloriarse por el mérito de la
obra, que, al fin, no era originalmente suya ,
sino del
P.
Segneri, ni ten ía tampoco razón
para engreirse por el «corto cuydado» que
requiere la simple traducción de una obra
ajena. Repetimos que las palabras del P. Ce–
rrillo, tomadas en absoluto, se prestan á
esa interpretación ; pero consi derad as en
L
1
lugar donde están , y con respecto al fin
á
que se d irigen, si gnifican otra cosa muy di–
versa, pues no es de creer que tirara á des–
hacer en su
D edfratori'a
lo que se anuncia-
ba en la portada.
.
Parece que pudiera conducir al mismo
resultado y confirmar lo dicho la letra de
la demanda y concesión de licencias para
la impresión de esta obra.-«Dom. Ant.
Parrino, e Michele Luigi Mutii supplicando
espongono
a
V.
Em. come desideramo ri–
stampare il
D evoto di 111aria
del P. Segneri
in fü1gua Spagnuola, la pregano per tanto
per
il
reimprimatur
.»
« Potest 1' dmprúni
dummodo
revideaturp~r
Adm. R ev. Patrem
Ambrosz"um Orúz Soáet. I esu die
2.
Octo–
brú
1695. lo: Andreas Siliquinus V.G....»–
«.... legi, traductre hujus Libri in linguam
Hispanam:
&
inveni cum eodeni plane
concordare. Qua re poterit reimprimi, si ita
Em. Vestr re videbitur.... hac di e 5. Novem–
bris 169 5.. .. Ambrosius Ortiz Soc. Iesu».–
«Reimpn·malur dú!
5.
mensis Novembris
1695. Ianuarius Andreas Reg.» (pág. 12*) .
Pero ¿es, en efecto, nimpresi ón, ó sea
nueva edición del texto castellano, ésta de
1695? A lo men os la
D edi·caton·a
no puede
serlo,
pi.: e~to
que está fec ha:la en «Napoles
a
pri.mero de Deciembre de 1695» (pági–
na 11 *) . Que tampoco lo sea el texto dalo á
entender la misma
D edicatoria,
que empie–
za por estas palabras:
<~ Habiendo
de impri–
mir, en lengua Española, el Devoto de Ma–
ria, fuera traicion conocida, no consagrarle
a
esta Nobilissima Congregacion
»
(pági-
nas 3*-4*).-Si se h upi era tratado de una
reimpresión, no hubiera hablado de esa
manera el
P .
Cerrillo, con riesgo de enga_
ñar á los Congregan tes.
A
nuestro juicio, el
Reimprimatur
de las
licencias debe aplicarse á la obra misma, no
á la traducción. A ésta no se refiere sino el
reviaeatur,
en el sentido de que se coteje
con el original italiano, tantas veces impre–
so y aprobado anteriormente; y á ese cote–
jo se nos figura que alude el P . Ortiz en su
dictamen, tan estropeado en la impresión.
6107.-EI Eximio Doctor,
y
Venera–
ble Padre Francisco Svarez, de la Com–
pañ.iade Iesvs, en la fiel Imagen de svs
Heroicas Virtvdes, por el P. Bernardo
Sartolo, de la misma Compañia, Cathe –
dratico de Theologia, en su Real Colegio
de Salamanca,
y
Calificador del Santo
Oficio. Con Licencia de los Svperiores.
En Salamanca: por Andres Garcia de
Castro, Impressor de la ·vniversidad,
Año de 1693.-En
4.º,
de
480
ps., s. 10
hs.
p.
n.
«Sartolo, Bernardo. -José Conchillos en
la
Vida del D octor Francisco Suarez,
Sa–
lamanca, i693» , .dice Maxiriarth, ó sea
Hartzenbusch
( Unos cuantos seudón. de
Escrit. Españ .,
pág.
122),
dando á enten–
der que el verdadero autor de esta
Vida
es
José Conchillos, encubierto con el
di ~fraz
de Bernardo Sartolo. Ign oramos en qué
fundamento puede sostene rse tan singu lar
atribución, pues hasta ahora siempre
,se
había tenido por cosa indubitable que el
autor de la
Vida
del Doctor Eximio era el
P. Sartolo. -Don José Conchillos, canó–
nigo de la Iglesia Colegial de Tudela y Vi–
cario general de la diócesis de su deanado,
fué un pobre iluso, que por los años de l 666
y 1667 se empeñó en querer probar, contra
el P. José Moret, que Tudela era fundació n
nada menos que del patriarca Tuba!, de
quien deri vó su ncrñbre. No creemos que
entre el Lic. Conchillos
y
el P. Sartolo
hubiera habido otra relación que la de ser
ambos hijos de Tudela.