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GRAMMATICA Y VOCABULARIO DE LA LENGUA DE ANGOLA
5872.-Grammatica y Vocabulario de
la lengua de Angola para poder instruir
mas facilmente a los Negros que se traen
esclavos de Africa, en los mysterios de
la Fee.-En 8.
0
Copiamos este título tal como nos le da
Nicolás Antonio
(11,
73),
traducido de So–
tuelo, según el cual el P. Lope de Castilla
«scripsit
Grammaticam
&
Vocabulari'ztm
lingua! Angolant;, pro fac ih'on· i"nstructioue
Aetht"opmn, qui ex Afri'ca i'lluc
[Peruvium]
tamquam mancipia {iedttcuntur, vt t1i fide
Clmsti erudt'antur.
in
8.»
(pág.
555).
Y lo
copiamos así, porque nos parece mucho más
probable que el P. Castilla escribiera su
obra en castellano que no en latín, á pesar
de lo que hallamos en Backer (r,
I I
22) y
Sommervogel (u,
847),
que se atienen al
título de Sotuelo.
Pero eso es lo de menos. ¿Llegó á im–
primirse esta
Gramma!t°ca
y
Vocabulario?
Backer
y
Sommervogel suponen que sí.
Pero ignoramos qué motivo pudieran te–
ner para semejante suposición; pues Sotuelo,
que es el único autor que debieron de con–
sultar para la redacción de su artículo, no
dice que se imprimiera tal obra. Además,
no conocemos historiador ni bibliógrafo,
fuera de ellos, que la dé por impresa.
5873.-Guia espiritual para vivir, y
morir en gracia y amistad de Dios, y ser-
virlo perfectamente. Por Lorenzo Gon–
dino. Madrid, por Luis Sanchez, 1618.–
En 8·.
0
Basta recordar lo expuesto en los núme–
ros
3917
y
5818
1
para caer en la cuenta de
cómo pudo convertirse en este título el del
«Directori'o Espiritval....
~>,
con que publicó
D. Lorenzo la obra tan conocida de su her–
mano el P. Juan de Gondino, y modificarse
tan radicalmente el pie de imprenta conque
salió á luz.
El primero, en quien hallamos lo uno y
lo otro en
la
forma que se copia al frente de
este número, fué Backer (r,
2176),
á quien
siguieron Sommervogel (D.,
363;
B., m,
I
558) y
Hartzenbusch (pág.
60).
Pero Ba–
cker lo debió de forjar á capricho, valiéndo–
se de las noticias con que tropezó en Latas–
sa (n,
242, 428),
si bien con la mala suerte
de preferir entre ellas la más desacertada,
que el bibliógrafo aragonés había tomado
de Nicolás Antonio (r,
705)
1
primer autor
del enredo, que no quisieron ó no supieron
deshacer sus copiantes. Ese provino, como
puede verse en los citados números, de .ha–
ber traducido mal del latín al castellano la
letra del título, que anteriormente había
traducido bien Alegambe (pág.
245)
del
castellano al latín, propasándose, además,
á añadir de su cabeza el pie de imprenta, que
tanto Alegambe como Sotuelo (pág.
454)
omitieron, no sabemos por qué causa.