BREVE INSIÑUACION
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envoyé les titres suivants.
l.
Breve iºnsi–
nuacion.. .
-2.
Loci unde petuntur accusa–
itonr:s
tiz l •/onsi'tmz
(Siete capítulos en folio.)
-Advertencias cn#cas sobre los artt"/ic1os
de Nons en sus Apologzºas.
Ces pamphlets ne
portent r.i millésime ni nom d'imprimeur;
le
¡er
est indiqué, comme manuscrit, par
le
P.
Sommervogel, v, 1976, C.»
(Monit.
Bibliogr. de la C. de
J.,
fascic.
x,
pág. r20,
núm. 2609).
Lo que había dicho el P. Miguélez en la
Ci'udad de Di'os,
y reprodujo luego en su ti–
rada aparte del
:Jansenismo
y
R egaHsmo en
Espa1ia,
es que «el P. Ignacio Ossorio [ vul–
neró la honra del Cardenal NorísJ en sus
folletos titulados:
Artt"/icios de N orú,;
y
Bre–
ve úzs1'nuac2on de los motivos... .,
impresos en
ca5tellano para que hasta el vulgo se ente–
rase de las supuestas herejías del Carde–
nal» (págs. 79-80) . Lo que no dijo el P. Mi–
guélez, ni advierte el P. Rivi ere, es si salie–
ro"n estos folletos á nombre del P. Ossori o;
aunque podemos ·asegurar con toda certeza
que no debieron de salir con su nombre,
cuando en el catálogo de sus obras impresas,
escrito en vida suya y por quien podía tener
noticia de ellas, no se mencionan, ni se hace
la menor alusión á que se hubiesen publica–
do de esa manera.
P ero, ya que á su nombre no, ¿saldrían
anón imas, 6 más bien seudónimas? Ni lo uno
ni lo otro era para que lo omitiese el P. Mi–
guélez,á ser cierto que el P. Ossorio se hu–
biera valido de alguno de esos ardides para
deshonrar, como se deja suponer, con menos
riesgo de su persona y reputación, la memo–
ria del insigne Cardenal. Dígase lo mismo
respecto á la t ercera, que también se le atri–
buye, de
Loá unde pe11mtur,-
y aun á la
cuarta, de las
Adve1·tencias critt"cas,
que, por
lo visto, son cosa di versa de los
Artifiáos,
aunque deben de hacer pareja con ellos. Así
se colige de la siguiente nota que hallamos
en el
:Jansemsmo
y
Regalismo:«
V. P. Igna–
cio Ossorio, pág.
1.ª
y 3r de sus
Adverten–
c1;1s ct'fticas
á
los artificios de Noris.
Estas
Advertencias,
lo mismo que los
ArH/icios
constituyen un modelo de hipocresía. Bas–
taria publicar íntegros los dos folletos (uno
de 7.+ páginas y otro de 104 en folio) para
muestra, no sólo del mal gusto, sino del
criterio extravagante del autor» (pág. 80).
Dejando
á
un lado lo del «criterio», en
que cada uno tiene el suyo propio, así como
también lo del «gusto», sobre que nada hay
·escrito, según el picaresco y significativo
refrán de nuestro pueblo, no podemos me–
nos de confesar que, al leer por primera ·
vez ese párrafo del P. Mig1iélez, nos sor–
prendió algún tanto la especie de «publicar
íntegros los dos folletos» indicada en la nota,
cuando se nos avisaba terminantemente en
el texto, que ya fueron «impresos en caste–
llano» á lo menos los
At•tificios,-
ni nos deja
tampoco de sorprender el que, habiéndonos
ad vertido en la nota anterior que las
Ad–
vertená'as
constan de 74 págs. (al parecer,
impresas), se marque en seguida una cláu–
sula de las mismas
Advertencias
con la de
«Folleto citado, y manuscrito en mi poder,
folio
51»
(pág. 81) .-La verdad, no se nos
alca nza la razón de este cambio repentino
de impreso y manuscrito, corno ni tampoco
la confusión ó incongruencia de publicar lo
ya pú blicado; ni se nos ocurre otra salida,
por el inomento, á la ambigüedad con que
se expresa el P. Miguélez, sino suponiendo
que quiso decir «manuscrito» siempre que,
por la prisa ó yerro de pluma , dijo y repitió
«impreso».-Confírmanos en esta salida ó
sospecha la rara coincidencia de que en la
Biblioteca de la Universidad de Valladolid,
de donde, sin duda ninguna, proceden la
mayor parte de los papeles inéditos que él
utilizó para sus
Cartas,
se halla el manus–
crito original de la «Breve insi nuacion de
los motivos sufficientes para prohibir
a
No–
ris , y justificar la conducta, y zelo de la Yn–
quisicion de España», cabalmente en fol. º,
de 79 hojs. n. fols., con la nota asimismo
original y autógrafa del P . Rávago que la
atribuye al P. «Ignacio Ossorio».
Como de los otros tres folletos, cuyos tí–
tulos quedan indicados, hablarnos despacio
en sus respectivos lugares, concl uyamos este
artículo advirtiendo que Sommervogel,
que, de acuerdo con lo que halló registrado
en los
Códices
JI
Manuscritos
de la Biblia·
teca de Universidad vallisoletana, del señor
Gutiérrez del Caño (pág. 137), había dado,
en efecto, pri meramente por inédito el de la
Breve i11s1º1.1:acio11
(v, 1976), avisa luego en
..