· ARTE GENERAL DE DIFERENTES IDIOMAS
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del mal llamado Gualdo, «Arte Mexicano
por el Padre Fr. Diego de Galdo Gvzman,
Religioso, y Predicador del Orden de
N. P. S. Augustin, Cathedratico proprieta–
rio de las Lenguas Mexicana, y Otomi , en
la Real Vniuersidad de Mexico.... Con Pri–
uilegio. En Mexico , por la Viuda de Ber–
nardo Caldero, en la calle de San Augu s–
tin. Año 1642», en
8'.º,
de 206 hojs ., s.
1
o de
port., etc.
5684.-Arte de la Lengua Guaraní,
por el P. Diego de Torres Rubio, de la
Compañia de Jesus. 1627.
«.... el Venerable Fr. Luis de Bclaños....
erigió muchas capillas
é
iglesias en el terri–
torio llamado el Guayrá, estableció ya seis
reducciones ó pueblos de indios, y para su
instruccion compuso el
Arte
y
cateásmo áe
la lengua guaraní,
que luego irn primieron
los Jesuitas », dice Brabo en sus
Inventarios
de los pueblos de Misiones (págs.
xv1-xv11);
y con más especificación Fr. Pacífico Otero
en sus
D os Héroes de la Conqu1sta:
«[El
P. Bolaños] difundió en lengua guaranítica
el catecismo de la doctrina cristiana, auto–
rizado anteriormente por el concilio limen–
se, como escribió también ui:a g ramática
indígena que dió más tárde á la impre nta
el P. Diego de Torres,- provincial de 1.a Com–
pañía de Jesús» (pág.
7
5).-Ignoramos qué
Arte
pueda ser el que nombran estos auto:
res, y cuál el origen de donde procede la
noticia misma de su existencia, que, por
nuestra parte, no podemos menos de cali–
ficar de algo más que dudosa.
Pero oigamos lo que al mismo prop5sito
escribe Torres Saldamando. «No ha faltado
(dice) quien asegure que este trabajo fué
del P. Fray Luis de Bolaños, religioso fran–
ciscano, de quien se dice que: "por humil–
dad no lo dió á la estampa, dejando á otros
el lauro y las glorias de su trabajo'' . No du–
damos
qu~
el P. Bolaños hubiera escrito un
Arte de la lengtta guaraní
desde que lo ase·
guran escritores distinguidos¡ pero aun
cuando su humildad hubiese llegado hasta
consentir que se publicara como obra de
otro autor, creemos no equivocarnos al ase·
gurar que esto no se hubiera hecho con el
de un jesuitá, pues Bolaños habría prefe–
rido
á
un religioso de su orden . Ademas,
aun suponiendo que Torres Rubio se hubi e–
se prestado
á
presentar al público como
suyo el trabaj o de Bol años, tenernos segu–
ridad que no lo habria hecho, P.ues la Com–
pañia no le hubiera concedido la autoriza–
cion competente; pues ni necesitaba aumen–
tar el catálogo de sus obras de lenguas
americanas con su
Arte guaraní ,
inferior
en mucho al que por ese mismo tiempo se
ocupaba en escribir el Padre Antonio Rutz
de Montoya, ni la Compañia se apropia
nunca obras agenas.... Por otra parte, el
P.
Torre,s Rubio había publicado ya sus
gramaticas, artes y vocabularios de quechua
y aymará, bastantes para acreditar á su
autor, sin que le hiciera falta
á
su reputa–
cion de entendido en len.guas americanas la
gramática guaraní.» Así Torres Saldaman–
do (págs. 80:81), ad virtiendo al fin que «lo
relativo
á
la gramática guaraní» lo encuen–
tra «en la
Revz"sta de Buenos Ayres»
(pá–
gina 81).
No hemos visto la tal
Revista,
ni descrip·
ción ninguna bibliográfica, puntual y exac–
ta, del
Arte
que .aquí se supone; pero pode–
mos asegurar con toda certeza· que, aun
cuando se hubiese impreso con el nombre
del P. Torres Rub io, cosa para nosotros
enteramente increíble, no era obra suya. El
P . Torres Rubio jamás estuvo en parte
donde pudiera aprender n.i oir la lengua
·guaraní. Tal vez se le confunda con el
P.
Diego de Torres Bollo, que vivió en el
Paraguay, y aun fué fundador de aquella
Prov incia de la Compañía de Jesús, ó con
el P. Diego de Boroa, que fué misionero de
Guaranís. Sólo que ni del P. Torres Bollo
ni del P. Boroa se tiene la menor noticia de
que pensaran en imprimir
Artes
propios ni
ajenos en la lengua de los Indios entrega–
dos
á
su dirección y ensetianza.
568
5
.-Arte
gener~l
de diferentes
idio–
mas de los indios bárbaros, por el P.
To–
más Guadalajara, S.
J.
Cita del Conde de la Viñaza
(
Bibliogr.
espa1í.,
pág. 268, núm. 915), el cual, lo