l
l
E-OR, FRA
1 CO DE FIGUEROA
Soldados presidiarios de aquellas Provin–
cias) en nombre de dichos Indios pone
en la noticia de V. Mag . los grandes, y
continuos servicios que los dichos
ln–
dios' han hecho, y continuan haziendo a
V. Mag....-En fol.º, de
IO
hs.
Este P . Burgés es el mismo mi ionero ca–
talán de quien se habló en el núm. 1266, y
que no debe confundirse con el navarro de
su mismo nombre y apellido.
5539.-Señor. Francisco de Figueroa,
de la Compañia de Iesus, Procurador de
las Prouincias de las Indias, dize: Que
por quantoacerca del al c;;amiento, yrebe·
!ion de los Indios Tepehuanes, Zinaloas,y
otras naciones, que sucedio por fin del
año de mil y seiscientos y deziseis, se ha
esparcido varias relaciones, mezclandose
en ellas algunas cosas que causan confu–
sion... .-En 4.º, de
1 2
hs.
No convienen los bibliógrafos en cuál de
Jos dos PP. Francisco de Figueroa, natural
el uno de Fregenal de la Sierra,
y
el otro de
evilla, que vivían por los años de 1617 ,
fuera el verdadero autor de este
Memorial.
legambe (pág.
122),
á
quien sigue ó copia
Nicolás Antonio ( r, 425), como luego á
éste Ortiz de Zúñiga en sus
Aunales
(pá–
gina 58 ), afirma que lo
fué
el de Sevilla ,
distinguiéndole de otro
eiusdem uominis
que dice haber escrito una
Vida del
P .
:fuan
ebastian,
que no se imprimió. Pero Sotue–
lo C(}rrige aquí
á
su predecesor, asegurando
que la
Vi'da
es probablemente del de Sevi–
lla, y el
111emon'al,
ciertamente del de Fre–
genal (pág. 226).-Después acá, difieren
también los pareceres de los bibliógrafos, se–
gún que se vale n de Sotuelo ó de
'icolás
ntonio para su noticias, sin cuidarse nin–
guno de ellos, que sepamos, de averiguar
con detención la verdad del ca o hasta To–
rres Saldamando que da señale> de haberlo
querido examinar
y
se resuelve á conceder
las dos obras
á
uno mismo, es decir, al de
Sevilla, que fué de la Provincia del Perú
(págs. 292 -93).
in embargo, por lo que.hace
aliliem&rt'al
que es lo que nos importa, parécenos ente–
ramente inadmisible su opinión por dos ra –
zones.- La primera, porque es de todo pun–
to impo ible que á un joven como el P. Fi–
gueroa, de Sevilla, que ent ró en la Compa–
ñía
á
I.
0
de Octubre de 1612, de veinte
años de edad, pudiera encargársele la Pro–
cu raduría de Indias en Madrid para el año
de 1617, en que se presentó este
lltfemorial
al rey D. Felipe III.-La segunda, porque
consta que por ese tiempo, conviene
á
saber,
desde el año, cuando menos, de 1611 hasta
el de 1623
1
ladesempeñaba en Madrid el de
Fregenal, como cuidó ya de anotarlo Sotue–
lo (pág. 226).
A esto opone Torres Saldamando que el
Wemori'al
trata de los misioneros de la
Compatiía
«marti'rt'zados eu la Proviuct'a de
.~!léjico
en
1626», y que «se imprimió en Ma–
drid el afio siguiente» ( pág. 292). Mas no
hay tal: la Compafüa no tuvo ningún már–
tir el año de 1626 en Méjico ni en toda
América. Los mártires de que habla el
Me–
morial
son los PP. Fernando de Tobar,
Luis de Alavés, Bernardo de Cisneros, Die–
go de Orozco, Juan del Valle, Juan Fonte,
Jerónimo de Moranta y F ernando de San–
taren, muertos á manos de los bárbaros,
de 16 á 20 de
oviembre de 161 6, además
del P . Gonzalo de Tapia , que lo había sido
á 10 de Julio de 1594· Así es como pudo im–
primirse el
Memorial
.castellano el año
de 1617,
y
aun sus traducciones francesa
y
alemana el de 1620.
Ignoramos de dónde sacaría Torres Sal–
damanqo las fechas de 1626 y i627, propias
no más que para autorizar algún tanto, á lo
que parece, la edad del sevillano¡ p_ero sí
creemos que el principio de su error funda–
mental provino de haberse fiado de Ale–
gambe, q ue aventuró Ja especie deque éste,
vuelto del Perú
á
E spaña, «Prouinciarum
Occidentalis Iodire Procuratorem in Regi a
Madridiensi agit» (pág. i22).-No reparó el
excelente bibliógrafo en que .era imposible
que un sujeto nacido el año de
I
592
y
en–
trado en la Compañía el de 1612, como
arriba hemos apuntado
y
él mismo lo ad-
/