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SERMONA LA HONORACION ANUA
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mite, hubier;¡t enseñado filosofía en Lima y
teología en el Cuzco antes de ser nombra–
do Procurador de Indias, ve nir á Madrid y
escribir un
Memorial,
«exhibitum Catho–
lico Hispaniarum Regí Philippo III. anno
MDCXVII» , según añade el mismo (pági –
na
122)~
Con todo, era bien pat ente la im–
posibilidad ; ni debía' de haber olvidado To–
rres Saldamando estas palabras, con que
termina Sotuelo su artículo del ·de Sevilla:
«nec invenio hunc vnquam redijsse in Hi–
spaniam, vt existimauit P. Alegambe» (pá–
gina
22 6 ).
A pesar de que nos aseg ura Torres Sal–
damando que la
biografía
que nos da del
P .
Figueroa, de Sevilla , la extractó de su
Carta de edtftcacion,
escrita por el P. An–
tonio Vázquez (pág. 293), estamos íntima–
mente persuadidos de que en esa
Carta
no se dirá que este P. Figueroa, nombrado
Procurador general de las Provincias de
América en España , «presentó á Felipe III
un
M emori'a/....
~>
(pág. 292),
y
que, «termi·
nada su comision regresó al Perú » (pág i–
na 293).
Concluyamos, advirtiendo que también
siguen
á
Sotuelo en esta cuestión Backer
(r,
I
85 3) y Sommervogel (m,
727 -28);
y
que el rumor de las idas y venidas del Perú
que conceden los bibliógrafos al que respec–
tivamente tienen por autor de este
il!emo–
r1'al,
debió de nacer, sin duda, de que hu bo,
en efecto, un P. Francisco de Figueroa que,
recién llegado de España á Méjico, acom-'
pañó primero el a'ño de
I
598 al P . Al onso
de Medrana al Nuevo Reino de Granada,
y luego el de
1602
á
la
corte de E spa ña,
como puede verse en la
Carta de
avi.soque
á
La muerte de dicho P . Medrana escribi ó
el P. Francisco de Ribera ( Arch . Hist., t .
I
.º)
en su elogio, por el P . Alonso de Andrade
(t.
7, pág. 254 de la 2.ª ed.), y aun en las
H i'storias,
p6r ej emplo, del Nuevo R ei no,
del P . Cassani (páginas 9 y I 2), ó en la de
Nueva España, del P . Alegre
(1,
358-59).
Claro es ·que este P . Figueroa mal pud.o ser
el de Sevilla ; y aunque tampoco nos dicen
esos documentos de dónde fu era
~l
que
mencionan , consta que era precisamente el
de Fregenal, por su
Ca,-ta
de edi ficaci ón, es–
c;rita por el P. Pedro de la Paz.
S
540.-S ermon a la honoracio n anua
que el insigne Colegio Mayor de S an
Ildefonso haze
a
las v irtudes del E m inen–
tisimo .... D. Fr . Francisco X imenez de
Cisneros su Padre
y
Fundador. P redi–
cado por el Padre Pedro Gonzalez, Lec–
tor de Theologia en el Colegio de la
Compañia de Jesus de Alcala . En Alcala.
Cita del Sr.
D.
Juan Catalina García, q ue
at ribuye este
Sermon
al P. P edro González
de Mendoza, y añade al t ít ulo la sig uiente.
advertencia: «Primera edición que no he
visto, y que const a por lo que dice la ter –
cera , in clu ída, como se verá á con tin uaciór. ,
en los
D isciersos complutenses [pred?'cados
d
la iunzortal fama de F r . Francisco Xi–
nzénez
de Ci'sneros
J
recopil ados por F r. P e–
dro de Qu in tan illa y Mendoza . No la cit a
la
Tipografía Complzttense,
y debe ser rarí–
sima»
(
B ibhot. de Escrit. de la Prov. de
Guadalajara,
pág.
182 ,
n úm.
403).
Prescin diendo por ahora de lo que pudo
contribuir Fr. P edro de Q uintan illa al
trastrueq ue de apelli dos y, por tan to, de
a t ribuciones que moti varon las anteriores
lí neas, só lo h emos de observa.r que nad'a
t iene de ext raño que no viera el Sr. García
la
<~prim era
edici ón» de q ue nos habla,
como q uiera que ni la hay, n i a un la puede
hab~r ,
puesto q ue el P . P edro González de
Mendoza no p red icó n ingi;in
Sermon a la
honqraáon aniea
del cardenal Cisneros.
Qu ien realmen te predicó, no sólo uno, sino
dos
Sermones
de esa especie, fué el P. P edro
Gon zález Ga lindo', muy di verso del P . Gon-·
zález de Mendoza.
He aquí la portada del primero, que es al
q ue, sin duda ning una, se refiere la cita
an terior, y del que t ampoco h allamos el
menor rastro eri. la
Tipografía Complu–
tense:
«Sermon a la Honoracion Annva,
q ve el Insigne Mayor de san lldeplionso
haze
a
la Excellente santidad, y virtudes
del E m inentissimo Señor
Ar~obi s po
y Car–
denal D . Fr. Francisco Gimenez de Cisne–
ros, su Padre y Fundador. Predicado por
el P. Pedro Gon<;alez Galindo, Lector ·de
T heolugia en el Collegio de la Compañia
de Iesvs de Alcala,
y
Ca lificador del santo