132
voz
DEL DESE JG.A
ro
EN LA MISION
que dicha Obra no estaba aun en sazon, ni
digna de darse
a
luz; assi por lo crecido de
la Obra, como porq se deseaba mas certeza
en la propiedad del sign ificado de cada raiz,
y se prosiguio en este cuidado, no cessanjo
de inquirir,
y
preguntar
a
los naturales,
siempre, que avia oportunidad,
y
tiempo,
disponiendose assi la cosa, para que la lo–
grassemos, como se deseaba de el cuidado,
teson, estudio,
y
empeño de el P. Juan
Ioseph de Nozeda... . Treinta años estubo
averiguando palabra por palabra, con tal
empeño,
y
teson, que se avia propuesto por
regla infalible, el que no passaria de vna
a
otra, sin que combiniessen doze Indios ladi–
nos en este Idioma, en la pronuuciacion ,
accento, y significacion de cada raiz.... Con
este cuidado trabaxb en tan tos años el Libro,
que tengo en mi poder,
y
por donde me he
guiado para el q aora sale
a
luz, sin aver
variado sustancialmente la significacion de
todas las raíces apuntadas, añadiendo sola–
mente los juegos,
a
las que dicho Padre ha
añadido al Vocabulario del Padre Clain;
porque el de el Padre Nozeda, no tiene nin–
gun juego, sino la pura raiz con su proprio
significado.... », como avisa el mismo P. San
Lúcar en su
Prólogo.
Véanse también Backer (n, 1363), Som–
mervogel
(11,
r r 99), Medina
(
Imjr. e.n 111a–
nila,
págs. 165-167)
y
Retana
(Apar.
8;._
bhogr.,
I,
344-349, núm. 301), el cual ya
antes nos había dicho lo que sigue, en su
Epítome de la Biblz'ogr. gen. de F ilipinas:
«Este Diccionario, actua lmente, ha ,desban–
ca~o
al del padre Santos,
y
nada digamos
de otros de menos fuste, modernos, que son
extractos mal perjeñados de la grande obra
filológica que motiva la presente papeleta»
(P.
r, pág.
22,
núm. 48) .
,