VITA DI S. FRANCESCO BORGIA
Y, en efecto, es mucha verdad lo que
aquí dice de que apenas pasa el Sr. Castillo
de simple compendiador ó copiante de la
obra primitiva del P . Morán de Butrón;
pero hemos de ad vertir que el h aber omi–
tido él todo lo concerniente
á
las relaciones
de la B . Mariana con la Compañía de Jesus,
no provino de ·«amor de la breved ad», ni de
ninguna otra ca usa más r epren sible que
pudiera su ponerse, sino de prud encia reco–
mendada al Sr. Canónigo por los mismos
ex-Jesuítas americanos, amigos suyos, con
quienes trató este negocio.
En los apun tes qu e dej ó Caball ero para
el artículo del P. Morán de B utrón , avisa
lo siguiente al describirnos su
Vida
de la
B. Mariana: «Quum han c eandem italice
vertendam suscepisset Cl. Vir D. Joannes
del Castillo Canonicus Chilensis, et R egius
Causre Ven. Ser vre Dei P ostul at or in Ur be,
ab ex ulibus nostris Ameri canis, amicis
s u i~ ,
monitus fuit, ac fere compulsus, ut qu re ex
ea
Vi'ta
laudes in Soc. Jesu ampli ssimre red–
undabant, vel omittendas penitus, vel
caute signi ficandas curaret, ne quid inde
Causa, cui favebat, detrimenti, ut illa eran t
tempora, ob nonnull orum in videntiam ca–
peret. Cessit v'ir prudeos et doctus ; nec
solum amicorum monitis propositisque se
attempera vi t, sed etiam eorum ·opera u sus
est, quippe qui it alicam li ng uam mi nime
calleret, in di sponen da atque elega ntissime
scribenda
Vita,
quam ,anno demum
1 7~6.
per Salomonium R omre excusatn , Pio VI.
Pon t. Max. dedicavit. H rec ita acta esse ut
expos ui, ab ipsis nostris Ameri can is accepi,
qui summis laudibus civem suum apud me
extollunt, qui eum et in America incolumes
cognoverunt, et nunc frequenter in exili o
salutarunt.»
Uno de ellos hubo de ser el a utor de una
composición, que tenemos
á
la vista , con
este epígrafe : «Al Dr. D .
11
Juan del Castill o
Canonigo de la Santa Iglesi a Cat hed ral
de Santiago de Chile ,
y
P ostulador en la
Causa de Beatificacion de la V. Mariana
de Jh.
5
Azucena de Quito; con ocasion de
la publicacion del Decreto Cre les tis Anima–
rurn
Sponsus sobre las Virtudes en grado
heroyco
&ª
Vn Paysaoo de dh .
0
S.r le con–
sagra el si
g.teSoneto» (pi. º en 4.º) .
T OMO
l V
Vaya aquí otra curiosidad, que hallamos
en los
Comentarios para la Hi'storia del des–
tierro.
Habiéndonos advertido en ell os su
autor, el P. P érez de Valdivia, que el sefí. or
Castillo, des pués de la publicación de dicho
Decreto sobre las vir t udes heroicas de la
B. Mariana, «se
r~ tiro
de Roma, mientras
q.e en Ameri ca se formaba n los P rocessos
sobre sus Milagros», añade lo que sigue:
«En este viage, passando por Rimini , nos
asseg urb [el Sr. Castillo], q ue el maio r
milagro, q .ª el propondría, seria, que vna
ca usa t an fe cunda de elog ios y recomenda–
ziones de la Comp.ª a nombre, y spensas de
la Corte de Esp.ª pudiesse aver llegado a
terminos t an fe lizes»; y prosig ue luego
á
conti n uación: «Conocio esto la Corte, quan–
do ya no podía emmend ar los Processos, y
se conten to, con proh ibir en todo el Reyno
la vida de esta Ven.• en q ue incautam.te se
in sertaron sus respetos con la Comp."»
(Part. x,·A. 1778, hoj. 23) .
Si se creyó autorizada la Corte de E spaña
para tomar tan ridícula y despótica determi –
nación por tal c ual noticia, y a un ella muy
velada, que descubrió en la
Vi'da
impresa en
R oma, de lo que la B . Mariana debió
á
los
Padres de la Compañía, sus directores espi–
rituales, y que, por mucha cautela que se
quisiera guardar , era absolutamente impo–
sible que se oc ulta ra del todo sin fa lsear por
completo
ú
obscu recer maliciosamente la
verdad de la h istoria, fácil cosa es de ver
á
qué peligros se h abría expuesto de seguro,
así la
Vida
como la
Causa
misma de la
Az ucena de Qui to, si el P ost ulador regio,
D. Juan del Castillo,
s~
hubiera arriesgado
á traducir relig iosamente la obra del P. Mo–
rán de Butrón , n i au n
á
c9mponer otra
nueva en q ue, con la mi sma ingenuidad
que en aquélla, se declarara el singula r
amor que siempre profesó la B. Mariana
á
la Compañía de Jes ús, y el derecho, por
decirlo así, de és ta
á
tenerla
y
ampararla
poco menos que como
á
hija suya.
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r r
.- Vita di S. Francesco Borgia
Terzo Generale dellaCompagnia di Ges ü,
scritta da! P. Virgilio Cepari della mede-
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