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PRACTICA DEL CHRISTIANO
que la eleccion de N. V. P. fue acertada,
porque el P. Eusebio recibio los papeles
de
N.
V. P. con agrado, se valio de ellos
con umildad para la composicion del Cate–
cismo, aunque no necessitava de socorros
agenos, el que se allava tan proveido,
y
rico de erudicion propia.... Esto
e
querido
advertir por fin de este Capitulo, para que
se entienda, como el precioso tesoro de este
libro del Catecismo, tra<;ado, y élispuesto
conforme Ja idea de N. V. P. lo <levemos a
su zelo, pues el fue el que persuadio al
P. Eusebio Nieremberg, que lo escriviesse,
y publicasse, y juntamente para que sepa–
mos, qi:e la parte de enseilant;1,
y
doctrina,
que en el se alla, escrita, y trabajada por
N. V.
P.
Lopez, Ja <levemos al P. Eusebio,
que quiso inserida,
y
trasplantarla en este
libro, para que gozassemos de ella. Este
Catecismo, que se publico en nombre del
P. ieremberg, se traduxo en. italiano....
»·
(El Missionero Perfecto,
pág. 209).
4348.-Practica del Christiano; En la
qua! se contiene la manera de bien vivir.
Recopilada assi de la sagrada Escritura,
como de muchos graves,
y
santos Doc–
tores. Por el P. Francisco Bonaldo, de la
Compañia de Jesus. Traduzida en Caste–
llano por el Comissario Juan Conde, En–
tretenido por su Magestad, en los papeles
de la Veeduria General. En Brusselas,
En la Oficina de la Viuda de Juan Mon–
marte. 1636. Con gracia
y
Privilegio.--:–
En 18.º, de 276 ps., s. 6 hs. p. n.
T.
EL P. PEDRO
BIVERO.
Véa
e
el núm.
4146.
4349.-Practicas Espirituales para el
uso de las Hermanas Novicias del Con–
vento de la Enseñanza de la Real Isla de
Leon. Dispuestas por la M. R. Madre
Maria Petronila de Apérregui, Priora
y
Fundadora de dicho Convento. Precede
una Carta de dicha Madre
a
sus Novicias.
Con las Licencias necesarias. En Sevilla,
en la Oficina de Don Manuel Nicolas
Vazquez,
y
Compañia. Año de 1782.–
En 4.º, de
90
ps.,
s.
12 hs. p. n.
P.
l!L
P.
FRANCISCO JAVIER DE
IDL~QUEZ.
El texto de estas·
Practicas,
salvo la aco–
modación de tal cual cláusula ó párrafo á las
Novicias de la Enseñanza, la traducción al
castellar.o de algunos textos lati nos,
y
la
omisión de varios capítulos, completamente
ajenos á la vocación
y
manera de vivir de
las monjas, como, por ejemplo, el
«IX.
Asis–
tir a Platicas» (págs. 35-37), el «XIV. Le–
tania » (págs. 50-52), el «XVIII. Culpas»
(págs. 63-65), el «XJX. Limosna»
(pág~.
66-
70), el «XXI
1.
Leccion de coro» (págs. 75-77),
el «
xxxn.
Peregrinaciones» (págs.
r
16-12 1)
y
el «XXXIII. Estudio» (págs.
121-125),
es
reproducción cási literal del de las «Practi–
cas Espirituales. Para el uso de los Herma–
nos ovicios de la Compa1iia de Jesus, del
oviciado de Villagarcia. Por el P. Fran–
cisco Xavier de Idiaquez de la misma Com–
pañia. En Villagarcia. En la Imprenta del
Seminario. At'io de
i
760», en 8.
0
,
de
1
52
págs,, s. 3 hojs. de índs.
1
o creemos, sin embargo, que deba ta–
charse de plagiaria la
M.
Apérregui porque
salieran á luz como «dispuestas» por ella
estas
Practi"cas.
Su
nombre no aparece para
nada en las aprobJciones
y
licencia ;
y
en
la
Carla
que les precede, hallamos algunos
párrafos que dan bien claro á entender que
no pretendía pasar por autora la que las
imprimía para la dirección de sus novicias.
«Ved pues aqui Ja causa, amadas hijas
(les dice), porque os he querido proporcio–
nar el medio mas conducente para vuestro
aprovechamiento,
y
co.n el qua! podeisdesde
vuestro oviciado formaros segun el espi–
ritu verdadero de nuestro instituto. Os
hablo de este Quaderno de Practicas, que
hasta aqui haveis u ado, aunque ccn la in–
comodidad de haveros servido solo de un
egemplar manuscrito, quando debierais te–
ner cada una un Egemplar, por ser esta
como la cartilla
y
rudimentos que debeis
siempre tener en Ja memoria,
y
mucho mas
en el corazon. Arreglandoos
a
el, no solo os