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POESIAS SELECTAS

393

que poseo, falto de preliminares, y que, de–

dicado al Rey don Carlos

JI,

comprende

excelentes traducciones de escogidas poe ías

latinas de varios, á saber: de los padres Ba–

husio, Francisco Remondo y José Morell ;

del célebre Jaime Falcon, de Ausonio, Al–

ciato, Scaligero, etc.; de Marcial ("Jo mas

salado', no obsceno, "y doctrinal de

él''),

y

de Horacio (el

Arte poética

y muchas de

sus odas). No afirmaré, sin embargo, que

fuese póstuma toda esta coleccion, puesto

que al fin del cuarto volumen de la

Co1·te

Sa11la

del padre Nicolás Causino, traducida

en castellano, en su cuarta edicion de Bar–

celona,

i 696-9 ,

se hallan , añadidas por

don Francisco de la Torre Sevil, gran parte

de sus referidas traducciones en verso, de

Marcial y otros latinos, antiguos y moder–

nos. Puso la Torre Sevil en castellano el

cuarto tratado de dicho torno del Causino,

intitulado:

Simbo/os selectos

y

pardbolas

históricas,

version que vagamente cita don

Nicolás Antonio, y con este motivo aliadió

tan estimables flores» (pág:

401).

El autor del artículo dedicado á

D.

Fran–

cisco de Ja Torre y Sevil en el

Dicci'cm.

E11-

ciclop. Húp.-Amer.,

transcribe casi literal–

mente (xx1,

224)

á

Barrera

y

Leirado, y

sólo halla que notar en sus palabras Ja es–

pecie de contradicción en que incurre cuan–

do avisa primero que

D.

Francisco «hubo

de morir poco antes del alio de

i

682

»

(pág.

400),

y asegura más adelante haber

sido el mismo el que afiadió por los de

i696-98

parte de sus traducciones en el to–

mo

IV

de la

Corte Sauta

(pág.

401).

Realmente fuera muy fácil á Barrera y

Leirado salvar esta aparente contradicción,

y no menos fácil al articulista desenten–

derse de ella, con sólo observar que no fué

D. Francisco el que cuidó de la edición

barcelonesa ni de exornarla con sus traduc–

ciones, sino que aquélla se debió á la dili–

gencia del librero Rafael Figueró, el cual,

determinado

á

reproducir por cuarta vez la

traducción de la

Corte Santa

en tres tornos

en folio, juzgó conveniente afiadirle, para

que fuera completa, ó poco menos, la reim–

presión de las

Obras

del P. Causino, el

cuarto de

La Co1·te D iv111a, o Palacio Ce–

les!t'al,

y en él, á las págs. .

297-456,

los

~sirnbolos

electo , y Parabolas Historicas.

Tradttcidos,

y

n1tme11tados con varias Ob–

Sf'ruacio11es por Don FranciJco de la Torre,

Caval/ero de la Orden de Calatrava

, que

corrian impresos ya desde mucho antes con

el título de «Simbolos Selectos,

y

Parabo–

las Historicas, del P. Nicolas Cavsino, de la

Cornpafiia de Iesvs. Libro Primero, y Se–

gvndo. Torno

x11.

de svs Obras. Tradvzido

de Latin, y avrnentado con varias Obser–

uaciones, por Don Francisco de Ja Torre....

Año

1677.

Con Privilegio. En Madrid: En

la Imprenta Real. Por luan Garcia lnfan–

<;on. Acosta de Gabriel de Lean, Mercader

de Libros», en

4.º,

de

432

págs., s. 24 hoj .

de port., etc.

Esto advertido para reparo de infunda–

das consecuencia , n!) podemos menos de

admirar, lo mismo que el Sr. Menéndez

y

Pelayo, Ja omnímoda semejanza y, al pare–

cer, legítimo parentesco de las

Poesías

«tra–

ducidas en Romance por Don Francisco de

la Torre» con las traducidas por el P. Mo–

rell, y estampadas sin más diferencia ape–

na~,

cuando menos substancial, en la por–

tada, que el carnbio de nombre: «Poesias

Selectas de varios

A

vtores, trad vcidas en

verso castellano.... por el Padre Ioseph Mo–

rell.... Tarragona, por Ioseph oler,

1683»

1

en

4.º

1

de

48

págs., s.

24

hojs. de port., etc.

Pues, en el texto mismo sabido es que las

de éste comprenden Ja traducción de algu–

nas composiciones latinas de los PP. Ber–

nardo Bauhuis (págs.

1-46),

Francisco Re–

mond (págs.

47-54)

y José 1orell (págs.

86-

129)¡

con varias de Falcó (págs.

55-63),

Au–

sonio (págs.

7

e,

75-6),

Alciato ( págs.

72-3

1

74), Scalfgero (págs.

82 -84),

Marcial

(págs.

130-301)

y Horacio:

Arte poética

(págs.

407-4 8)

y «muchas de sus odas»

(págs.

302-406)¡

y además, unos cuantos

epigramas de los incluidos en el <<etcétera»

de Barrera

y

Leirado y Menéndez y Pelayo,

que son: Marco Antonio Mureto (págs.

64-

69),

Sulpicio de Cartago (pág .

70-1)

1

Juan

Joviano Pantano (pág.

73)

1

Panfilio de Sa–

jonia (pág.

76);

Beocio (P. Francisco Benci,

págs.

76-7),

Guinisio ( P. Vicente Guinigi,

págs. 77.8)

1

Vanninio

(?

págs. 7 -80), un

anónimo ó varios (págs.

0-1

1

82),

Juan

Owen (págs.

81,

2)

y

Enrique de Heer