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402

PRATTICA PER AIVTARE

Poza Societatis Iesv, Cantabro.... Ad Illv–

strissimvmDominvm

D.

Ioannem

d11

Vitela,

ex equestri mt"Htz'a S. lacobi·,

~

sttpremi-Jn–

diarum Senatus Prcesidem....

».

Ese mismo

caballero es el que se supone que presta su

apellido al fingido P. Vi lela, como veremos

en el número siguiente, y como tal vez

quiso decir Baillet en su errónea , pero ex–

_cusable, identificación de «Villela ou Vilela,

Balthasar: Jean Baptiste Poza»

(Lisie,

pág. 553:

cfr.

Weller, pág. 593), y aun de–

bieron, sin duda, de quererlo insinuar, aun–

que no se atrevieron

á

decirlo claramente,

A legambe y Sotuelo.

Pues,

á

pesar de que ninguno de los dos

trae artículo del P. Vilela en el cuerpo de

la obra, uno y otro nombran luego en

el

Ín–

dice

de

naciones

á

un «Ioannes Baptista

Vilela Cantaber» (Alegambe, 474; Sotuelo,

8r9),

á

quien ponen también ambos en el

de matenas

entre los autores que han es–

crito en castellano (Alegambe, 543; Sotue–

lo, 942).-Cierto que Alegambe, en el pri–

mero de los citados índices, inmediatamente

antes del nombre del P . Vilela, coloca el

de «loan n es Baptista Poca Cantaber»

(pág. 47+), omitido luego por Sotuelo; pero

esto es porque iba

á

citar en seguida el

«Ioannis Baptistre Poya Elucidarium Dei–

parre» (pág. 5

1

2), que su sucesor había de

emitir por las razones que todos saben

(núms. 37or y 395 1)

1

aunq ue no

á

todos

parezcan tan eficaces como debieron de pa–

recer

á

los que le aconsejaron ó autorizaron

semejante omisión.-Mas, como quiera que

esto fuese, consta que Alegambe y Sotuelo

llaman

Cántabro

al P. Juan Bauti!)ta de

Vilela: nacionalidad que cuadra perfecta–

mente, como hemos visto, al P. Poza, y

unida

á

las misteriosas omisiones y reticen–

cias en que uno y otro la envuelven, no

puede referirse á ningún otro de nuestros

autores castellanos.

Vaya, para confirmación de lo dicho, una

noticia que parece inconcebible que se es–

capara

á

la diligencia de Sommervogel.–

«

r634 wurde ein Schriftchen verb., welches

1631 in Rom mit Approbation des Mag.

S. Pal. gedruckt war: Prattica per aj utare

a ben morir-e.... Composta da! P. Gio. Batt.

de Vilela della Comp. di G., 282 S. 16....

Nach den Angaben von Th. R aynaud und

Casalas (p. 592) ist das Schriftchen ver- •

boten worden, weil darin einiges aus Poza

abgeschrieben war. Es wird eine neue

A

us–

gabe von dessen Practica de ayudar a mo–

rir, Madrid 1619, sein », dice R eusch

(Der

I11dex der verbo!. Bücher,

11

440).

En efecto: habiendo expuesto el P . Teó–

filo Raynaudo, oculto bajo el disfraz de Pe–

trus a Valle Clausa, los motivos porque juz–

ga haberse hecho odioso

á

los PP. de Santo

Domingo el nombre del

P.

Poza , prosigue

de esta manera:-<< Vsque adeo flagrant in

illum odiis, vt Frater Nicolaus Rodu\fius....

ne librum quidem Balthazaris

[?]

Villelre,

de bona ad mortem comparatione, ferri vo–

luerit ¡ Tantum quia pollebat adora vi, sibi

visus est ex libelli eruditione, ac pietate de–

prehendere, eum ex Pozre officina prodiis–

se....

»

(De I mmvn. Avt. Cyri'ac. a Gens.,

Diatr. vm,

§.

29:

Opp.

xx, 3

IJ).

«Creterum (le responde Fr. Juan Casalas)

gratuletur sibi Poza, eiusque Exscriptor

Villela ( nec enim Discipulus supra Magi–

strum ) nusquam mi nus dispositus ad mor–

tem, quam cum de bona ad mortem com–

paratione , virulento ac mordaci calarno

scripsit; quod Cyriaci tot irnpetiti probris

ac contumeliis, ex Religiosa charitate velut

aspides surdre obturauerint

&

contin uerint

aures suas, nec vngue adamantino notarint

impactum si b i dehonestamentum: alias

miselli Archemori; Discipulus

&

Magister,

Villela,

&

Poza Te non haberent collegam

&

calumnire eiusdem impactorem, veluti

vermem de putredine enatum qui sacra–

tiora corrodit. Fertur enim quod fulgurata

non verrninant, duplici autem fulmine iacet

confixus Poza

(Candor

Ltiti",

págs. 594·95).

Se ve que el M. Casalas, atento única–

mente

á

imitar el lenguaje, y hacer que, en

comparación de las suyas, pasen por aticis–

mos las crudezas de expresión del P. Ray–

naudo, no tuvo tiempo de leer ni la portada

siquiera de la

Prattica

impresa en Roma,

el año de 163 1, con aprobación de su her–

mano el Maestro del Sacro Palacio. De lo

contrario, no dejara de echar en cara

á

su

contrinca nte

t:l

yerro de

«

Baltasar» por

«I

uan Bautista•. Pues, que, no leyó el texto

mismo de la

PrntHca

italiana ni de la