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¡Cuántas veces ha clamo-
outi Mada Santísima alli–
reado con las almas justas
ounahuan huaoaroa yiq1ai–
en devoto anhelo: Vén, oh
ohaüiuan mañashpa: .Aa,
Salvador; véu. de los cie-
Quishpiohio, shannui; janao
los como fresco rocío que
paohamanta shamui, alli–
hermosea
!
1
Orando así, Ma-
ohio, swmaichio lamia hina
1 •
ria se ha hecho digna ha-
Shinami resashpa :María
hitación de Je ús
2,
y
con-
paiquiquinta Jesuspao allí
siguió al Redentor, por obra
oausanata ruraourca2, E
-
del Espíritu Santo, para
pírifi¿ Santo ruracmanita
todo el género humano
3.
Quishpichiota tucui nma–
Cuando María se hallaba
ounaman u.shiohirca3. JJ1a–
en uma pobreza en Belén,
1·ía Belénpi huaocha cashpa;
cuando vivía con miedo en
chican llacta, Egipto nish–
el país extranjero de Egip-
capi manchaihuan caitsash–
to, cuando trabajaba en la
pa; Naxaret huasipi ru–
casa de
azaret, cuando
rash:pa, trabajashpa; Jesús
vivía retirada
y
escondida
paipac Huahua runcwwnata
durante la vida pública de
yaohachicpi upalla ta11ga–
sn Hijo Jesús, cuando bajo
rishpa ; crux cuchipi Jesus–
la cruz sufría dolores ele
huani shunigupi huafü¿ lq1a;
muerte con este mismo Je-
Penteoostés punchapi Espí–
sús, cuando en el día de
ritu Santota callaric santa
Pentecostés invocaba al E -
Iglesia jahuapi cayashpa,
1
Is. 45, 8.
2
P or su santidad moral, María mereció el e co ngr u o
ser Madre ele Dios, después ele haberla hecho Dios digna de
serlo por la gracia ele la inmaculada concepción.
3
Los santos Padres se expresan en el sentido de que
María atrajo al Verbo Divino
á
sus purísimas entrañas.