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esto de recompensa; sino
carachwi; yallinrac, 111icui–
que cuando haces un con-
ta cushpa, huacchacunata,
vite, has de couviday á los
suchucunata, janwaciunata,
pobre ,
y
á los tullidos,
y
ñausacuniata
micuchicui;
<Í
los coj os
y
á los ciegos ;
cushiyuc mari cangui, cai–
Y serás afortunado, porque
cwia m(J!J7,a imata canman
no pueden pagártelo: pues
cutichingapac charicpica;
a
í
serás recompensado en
ari canwnani alliowna cau ar
la resunección de los jus-
rilmunapi, janac pach°a;pac
tos."
1
"Sed, pues, miserl-
sunnaipi, cufichishca cangar
cordiosos, así como también mi."
1
"Guyapayacuc cai–
vuestro Padre· es mi eri-
chictac, imashina cancimar
cordio o", dice Jesucristo
2 •
71ac Yaya cuyapayacucmi",
Mirad, hijo , no otros vivi-
Jesucristo ni hpa nin2. Ri–
mos solamente de la mi eri-
cilichic churicitna, Diospac
cordia divina,
y
solamente
cuyapayaillamantaca cai1r–
por ella no ha.cerno di-
sane/tic, caí cuyapayaillar
chosos. En efecto, Dios
manta cushiyuc tztCunchic.
nos da comida
y
vestuario,
Dios mari mieuila, pachar
y
nos hace todo bien· nos
llinata, ima jaica allita ñu–
perdona misericordioso nues-
canchicman cun; ñucanchic
tros pecados, aunque ea.u
j_uchacunata, tiushina mawt
1
Luc. 14, 12- 14. - Nuc tro Señor no prohib aquí los
convites sobrios
y
modesto que los parientes
y
amigos
se
hacen unos
{\
otros; pues si se dan sin respetos temporales
de interé , de gula
y
de vanidad, sólo por verdadera ca1;dnd
cristiana, son 11.cciones buenas
y
meritorias ;. pero sí declaro.
que convidar
á
los pobres ó clarle
á
lo menos de comer es
má perfeto
y
mucho más meritorio.
2
Luc. 6, 36.