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con la amistad de Dio
y
na111anlapish swnaichishca,
sus propios méritos ;
y
que-
Diospac Ghwihuan al111apa1·
dará embriagado del to-
micuila ?nicushpa
1 ;
Dio
-
rrente de la delicias di-
71ac cztshicuipac mayuma11-
vinas
2.
ta ttpiacltishca cangami
2.
Quinta: Bienaventura–
do los misericonlio os,
1iorqne ello alcanzarán
ini ericordia.
Pish caniqui :
Cuslti–
ynccnna huaccha cuyaC-
1
cnna, paicunct mm·i
Dios1Jac
cnyapayait<t
¡
ttshachinua1ni.
Los mi ericordioso mimn
Huaccha cuyaccuna slwr-
cou corazón tierno lo sufri-
pac almapi, itccu-aic!tapi
miento interiores
y
exte-
(cuerpopi) cae mu! uita
//11-
riorcs de los demás,
y
sien-
llit shunguhuan pai qui–
ten por ellos como si fueran
quinpacta shina llaquipa–
propio
y
están siempre
yaccuna mitlsucczmatapi
lt
di puesto
:í
ocorrer según
pactaicama huiTtai yana–
su alcance
:t
los que pade-
panayacczmami. Shuti11/a1·
ccn. Quien, pues, es ver-
huaccha cuyacca mtyapayni
daderamente misericordioso
ruranacunata obras de
111í–
!Jacc las obras ele miseri-
·ericordia slmtiyuc
rnra11-
corclia, la corporales como
mi, aicha uccupac carta,
la espiritualesª. El mi-
almapac cactapis!t3. Ilua,.-
1
i\Ialth. 22, 2 q.
Apoc. 19.
7. .
~
Ps. XXX.V, 9. ·
3
Quien lo juzgare
á
propó ito podrá intercalar aquí In
e:1.1>licación de las obras de
mi
cricordia, la cual hemos pue>lo
despué de la -explicación de lo l\[audamieµto , pág. 232;
y
hablando de la segunda parte de la quinta Bienaventuranza.
podría aplicar lo que hemo dicho, en el lugar citado, de la
recompen a por las obras de misericordia.