D. JOAQUIN DE LA PEZUELA.
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En vano el Virey, fiado en la feliz expedicion lle–
vada á cabo en años ant ·ores por sm. yerno Osorio,
le envió á reconquistar
á
Chile .con fuerzas respe–
tables; en vano se llenó de las más halagüeñas ilu–
siones, sabiendo, que los expedicionarios babian ob-·
tenido señaladas ventajas el 19 de Marzo de 1818,
sorprendiendo el campo enemigo en Cancharayada.
El geni0 de San Martin, secundado .por los entu–
siastas patriotas de Santiago, consolidó para siem–
pre la naciente república con la espléndida victo–
ria conseguida en Maypu, á corta distancia de aque–
lla capital, el 5 de Abril.siguie.nte á la derrota, que–
los realistas creían definitiva.
Con la enérgica actividad, que caracteriza
á
aquel
pueblo, sobreexcitada por el entusiasmo de la liber–
tad, se propusieron y obtuvieron los chilenos la rá–
pida formacion de una escuadra capaz de dar la ley
en el Pacífico. Comprados
y
alisiados algunos bu-
, ques en Inglaterra, recibieron un importantísimo
refuerzo, de donde pudieran recelar grandes con–
tr~istes.
A fines de Mayo de 1818 babia salido de la
Península para las costas de Chile una expedicioa
de
2.000
hombres, escoltaµa por la fragata de guer–
ra
María Isabel:
la
Trinidad·,
que era uno de los
trasportes, se separó del convoy el
30
de Junio si–
guiente,
y
veintidos dias despues, asesinados los
jefes por dos sargentos, se dirigió
á
Buenos-Aires,
y
se puso
á
las órdenes de los independientes. Apro–
vechando la traicion sin tener en mucho
á
los trai-