236
D. TEODORO DE CROIX.
Dos incidentes, por ent.ónces, de escasa importan–
cia, pero que anunciaban una revolucion en el ór–
·den político y económico, rxcitaron alarmas, ya en
los pueblos litorales, ya eh la autoridad superior.
Viéronse algunos buques ingleses empleados en la
pesca de lai ballena, que parecieron sospechosos,
no est:;i.ndo bien firme la paz entre España
é
Ingla–
terra; pero procuraron alejar todo temor, revelando
su destino, que estaba permitido por un tratado re–
ciente. El Gobernador de la isla de Juan Fernan–
dez dió buena acogida
á
una fragata bostonesa, que
llegó averiada de sus exploraciones . en la América
Septentrional. Esa conducta humanitaria fué viva–
mente censurada como una infraccion <le las leyes,
que prohibían la comunicacion con extranjeros. Ma–
.yor habria sido el disgusto de la autoridad colonial
si hubiera podido prever, que el nombre de
Coloni bia
dado
á
aquella fragata,
y
el de
Washington,
apli–
cado
á
un paquebot, que la acompañaba, eran el
anuncio cierto de la América española emancüpada
por otros libertadores.
· ·
La próspera marcha del comercio , el estado re–
gular de las minas, las reformas hechas por los vi–
~
itadores, y las economías, que
á
favor de la paz se
iban realizando
m~joraron
mucho el estado de la
Hacienda. En el año de 1788 subieron las rentas
á
4.664.895 pe o.. , 7 rs. , siendo las principales par–
tidas: