D. MANUEL GUIRIOR.
165
No obstante· las dificultades con que luchaba la
minería,
y
el estar incorporados al vireinato <le
Buenos-Aires los asientos de más ·nombradia; la
activa explotacion de las minas pertenecientes al
Perú,
y
el celo con que se persiguió el extravío de
los metales, hicieron, que en Lima la casa de mo–
neda excediese la acuñacion, ya próspera, de los úl–
timos años. Comparados los trienios de
1773
á
1775
y
de
1777á1779,
se vió con grata sorpresa, qne en
el primero se habían amonedado
13.372
marcos,
1 onza, 1 ochava, 9
4
/ .
granos de oro, y
1.105.838
marcos, 6
ª/,
onzas de plata;
y
en el segundo
17 .092
marcos, 7 onzas, 6 granos de oro,
y
1.082.376 marcos, 7 onzas, 6
t/t
octavas de plata;
sienda compensada superabundantemente la dismi–
nucion de este metal con el exceso del más pre–
cioso.
La mayor amonedacion r3dundaba en beneficio
de la Hacienda, la que tambien reportó señaladas
ventajas
d~l
remate de oficios , del ramo de tempo–
ralidades
y
de un nuevo impuesto sobre los aguar–
dientes. Muchas plazas de regidores, escribanos
y
otros oficios vendibles, que estaban vacantes ú ocu–
padas contra derecho,
fuer.onrematadas, con pro–
vecho del fisco y satisfaccion de los pueblos. En las
temporalidades se hicieron ventas cuantiosas y ar–
reglos de importancia, habiendo entrado en su di–
reccion durante este período 965. 745 pesos, 6 rs.,
y
salido 946.976 pesos, 4 rs. ; aplicando várias fincas