-
XI-
de a caballo
y
rogó a
m
hermano H ernando le perinitie–
?'a
c1111nplil' sii voto.
.Convino con H ernando en sinitilGir iin vicije po'I·
la,
vía Chinchaysiiyo, pa•·a engaña!/· a los indios, salien–
do al camino con
1i,n,
peqiceño pelotón de soldados.
Distraído así los enem1:gos, ·pudo bordear po1· los
contornos die la sieffa,
y
caer r
pentina.nier1,~.e'
sobre ellos,
atacándolo. con tanto 'Íllnpetii en el pr·irrner recinto de la
niiwalla, qite salvando la piierta de entrada deJ mii..ro,
lanzóse con sus honibres, hac·ia ,eJ.l seg1mdo mitro, ac1ichi–
llando a los defensores. A la entrada ele esta fortifica–
ción, el combate fué horrible;niel/ite encarnizado. L os m·i–
les ele indios qiie defendía n eíJ, pai·apeto, caían a los fo–
sos abiertos
ba.jolos 'l?U!iros rellenándoOlos con sns ciier–
pos.
L ós jinetes españoles, repartiemdo tajos fortniidables,
tendía'li a ciiantos se acercabal/i a ellos, no aniparándose
de 11ws defensa qite la
de
·11.s
petos ele algodón
y
sns cas–
cos de madera.
J uan Pizarrü, sin cevada.
y
ciibierta la cabeza con
1m
grueso. go1·ro de lana, se batía intrépido, 1exponiéndose
a los ataques de lo indio
;
qiie hacían llover sobre
él
dardos
y
piedras. De repente, de lo alto de imo de los
mii,ros del portón de :e)ntrada al rec1'nto, le lanzaron 1ma
pedrad;a tan cert era, a la cabeza, qiie le fracturaron el
cráneo, haciéndole caer sin ·
nN.do. T errible fii é la pe–
lea qite se libró para 1·c1scatarlo. Al fi?i, sacado del torbe–
llino d·el wnibate, f1té llevado a.góni o al piteblo, ntit–
riendo poco despnés, ato11nen.tado· por ag1ido'S d(Jlores.
E ra el r1iejor de los Pizarra, dulce de carácter, amable
\
¡........_.,
de trato franco
y
lib@.ral; por uma ironía ele
ia
iterte,
siendo el {mico Pizarra Clllhigo
y
favorecedor de lo.s in-
dio
,
también fité el {mico en
m01
ir a sus rnamos.