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de sit vencim,íento, ha elevado el nú.mero deil eneirnigo.
Segwriamiente no llegarían a cien,
~l
los indios atacan–
tes en el primer asalto, q1te., diivididos en nwetve seccio–
n"8, invadieron la ciudad por los dive1·sos barrios,
y ,
principaltlnente, por el lado Norte, pampetados tras los
gruesos muros de la fortaleza de Sacsayhitamán.
A
cre&r a los indios declarantes,
eJ,
Inoa, huído de
la.
·
ciudad, había reunido en Lares a los nobles
y
magnates
del I rnperio, la m,ayor parte soldados veteranos de las
gestas heroicas,
y,
.después de protestar ante ello por
1
,z
mal tmto recibido de los espMíoles,
y
la
falsía de . la,s
promesas y compromisos d6 los blanco
,
vnvitólos a rle–
f ender la sobera1nía .de los Incas
y
exter•rninar a los in–
vasores. " E l I nca em estas circunstancias,-dice el cro··
nista,-Jiizo wna cosa digna de m&rnoria,
y
fué, que es–
tando jimtos 11i.uchos oociques
y
personas entre ellos
Pe-
1ialadas, mandó
trM~·
<fielante
de
sí dos vasos muy gran–
des, de oro, llenos de brebaje
de
m(]JÍ,z qite entre ellos se
bebei, y dijo :
"Y
o estoy determinado a no dejar cristia,..
no a vida en toda la tierra,
y
pam esto qitiero primero
poner cer·co en el. Cusca; quién
.
de vosotros pernsase ser–
virme en esto, ha de p01ier· sob1·e tal caso la vida; beba
por estos vasos
y
nó con otra condición' '.
Cumpliend-0 con es,t
1
e1 jur(]!Yliento, sus capitanes, des–
parr(J/Ylta,dos por 'bas distintas barriadas de la.
cind.ad,
iniciaban el ataqite avasallador y espantable, acompañan–
do sits movimimitos
y
disparos de proyectiles
de
honda
y
arco, ·Con una gritería estritendosa
y
el ensordecedor
r1tído
a.e.
sus músioas giterreras.
Los parapetados en Sacsayhiw1rnán emplearon un te–
r1-ible procedimientd.. Erwdlviendo las piedtr<ts arrojadi-