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cos dias se los qu.ito por dalle algun contento.
Sus vasallos sintieron mucho esta prision, y mu •
chos dellos llorauan de gran pesar y coraje .en
ver assi preso a su rey y señor natural, y en·
cerrado en el aposento de Cortes donde estaua
detenido; · sus vasallos Je embiaron a dezir que
todos sus vasallos y sus hijos estauan espantados
y marauillados de su grandeza, en auerse dexado
assi prender de tan pocos hombres barbados, y
que si el mandaua matar a todos los xpi anos lo
harian breuemente y le pondrian en saluo y en
su libertad. Montezuma les embio a dezir que no
Jo hiziessen hasta que uviesse mejor coyuntura,
porque si ellos se alc,;auan, luego dirian los xpia–
nos que el lo auria mandado y que luego en con–
tinente Je matarian, y assi no uvo ninguno que se
atreuiesse a tomar las armas contra los nuestros
hasta que fuesse tiempo. Estando ya Montezuma
preso, luego Hernando Cortes derribo los ydolos,
sin, temor ni rezelo de los quatro sobrinos que te·
nia, que era n. grandes seño res, ni de los yndios
principales,
y
luego pusso la ymagen de Nuestra
Señora, y leuanto una cruz
t
muy alta a la puerta
del templo de los ydol os para que se fuess en de
allí. Y por otra parte les hizo predicar el Sancto
EuangeJio y las cosas de .nuestra sancta fee catho –
lica
y
que creyessen en vn solo Dios verdadero,
que hizo el cielo y la tierra y todas las cosas que
auia en todo el mundo·,
y
assi les d ixo otras mu–
chas cosas buenas y Sanctas que COI'lUenian a }a