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lencio que pudieron , .que Ja escuridad de la .noche
les faborecio, que no fu eron sentidos ni vistos de
los nauios que estauan en el puerto, y cada arca–
buzero encendio tres
y
quatro ca bos de mecha
porque no les faltasse al mejor tiempo . Assi como
yuan todos juntos y apiñados se fu eron derechos a
la casa de Juan Lopez de Aric;aualo, donde los ne–
g ros ladi nos dixeron que possaua el capitan Her –
nan Mexia de Guzman con a lgunos soldados que
tenia. Pues llegados a esta casa mando Verdugo
a los suyos que tomassen la calle y no dexassen
passar a hombre biuiente por alli , que el entendia
prender al capi tan Mexia y a todos sus soldados.
Y con esto qpega ron fuego a las casas de Juan
Lopez de Aric;aualo, que por Ja mayor parte son
de tablas de cedro, cosa muy excelente, assi en
grandeza como de lustre, que tiran a colorado, y
oltaron los a r cabuzes apellidando el nombre de
u Mage tad a grandes bozes". Hernan Mexia de
Guzman, como estaua durmi endo y bien descuy–
dado deste mal , con diez o doze soldados quepo–
ssauan en aque lla casa, de pertaron despauorida–
mente al gran ruydo que los de Melchior Verdu–
go y los vezinos del pueblo hazian, principalmen–
t e quando·oyeron lo dislates de lo arcabuzes y el
o-ran e truendo que el fuego hazia en las casas
que e quemauan, lo
quales todos se opussieron
como valien e hombre a Ja deffen a dellas, con
la e pada y capa , y de nudo en camisa, ere–
)
endo luego que eran francese . ·Ielchior
erdu–
o-o y u soldado
e pu
ieron de tal manera que
prouando a ent rar en la casa para prender a Her-