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tantes que auia, los quales venidos les hizo vna pto–
lixa pla tica conmouiendolos al seruicio del r ey, y
les amonesto que dexassen la falsa opinion y p ar–
tido que tenían de Pi c;a rro, pues sabia n cla.r amente
que era traydor y que estaua tenido por tal en mu–
chas pa rtes, y assi les dixo otras muchas cosas,
y
ellos no pudiendo hazer otr a cosa le prometieron
de le seruir lealmente . Y como luego supo que
Hernan Mexia de Guzman y otros er a n y dos a P a–
nama a llama r a l capita n Hinoj osa , tuuo cr eydo
que vernia pres tamente con mucha gente; por tan–
to comen<;:o de ader e<;ar lo que mas le c onuen ia
pa r a da r la ba ta lla, da ndo a lg unas armas a sus so l–
dados , que ha llo entr e los merca der es . Dende a
muy pocos di as supo de sus es pias qu e los contra–
rios v enian pu estos en a rma, por lo qu al se puso
luego en horden con toda su g ente, la qu a l hi zo
poner en la plac;a en esquadron, todos a pie, y alli
determino de les da r la ba talla. Mas despnes mudo
parecer porqu e conoscio cla r amente la poca o nin–
guna volunta d que tenia n de pelear los vez inos y
los so lda dos de H erna n Mexia de Guzman, y pa r e–
ciendole que si alli aguardaua a los que venia n se
perder ía tota lment e, a es ta caus a y por otros _r es–
pec tos se a pa rto de la cibda d y se fu e a poner ri·
beras de la m a r con toda su gente , en donde hi zo
venir muchas
bar~as
de los na uios que alli aui a
tomado, y aquí ·de termino con g r a nde a nimo , de
aguarda r a los con'tra rios. Melchior V erdugo tuuo
entendido qu e pues tos todos en esquadron pelea–
rian a quí mejor que en la cibdad , porque tuuo re–
zelo que .al tiempo de da r la batalla se meterí an