447
para que no se muera en pocas horas .con grandes
ansias y congojas; de manera que los cuerpos fue·
ron ll euados despues a la yglesia, donde fueron en·
terrados. Llegados, pues, todos cercad la cibdad,
el Doctor R1bera, por justificar bien s u causa, y el
. General, por hazer lo que deuia al cargo que tenia,
embiaron entrambos a req_uerir a Melchior Verdu–
go , cada vno por su parte, en nombr e de Su Ma–
gestad, vna, dos y tres vezes y qua ntas de derecho
podian y deuian, se fuesse del puerto y todos qu an–
tos auian venido con el, dexando primero los na –
uios libres y seguros. Con tal aditamento qu e pri·
mero y ante todas cosas hiziesse enmienda de los
males
y
daños que el y los s uyos auian hecho en la
cibdad de Su Magestad y a los vezinos
y
mer –
caderes della. Y que satisfaciendo y contentan·
do a los agraui ados y querellantes y pagando
los gastos que de presente se a uian hecho en
Panama con los soldados que entrambos trayan,
erian g rande
~migos
y en ello seruirian al rey,
pues andaua en su seruicio como el dezia. Donde
no lo queriendo hazer , que todas las muertes, da·
ño
y
menoscabos que se recresciessen y se
espera[ba] auer, fuesse sobre su anima y concien–
cia, por quanto no pudian ellos dexar de hazer
ju ticia y de faborescer a los que se la pedían y
d mandauan;
y~
i
le embi•ron a dezir otras co·
as . El capitan Melchior erdugo no quiso hazer
ni oyr cosa alguna, por auelle sucedido la cosa
pro peramente
y
a su proposito, porque tuuo en–
tendido qué assi eria lo adelante ) que le yria de
bien en mejor lleuando por delante el seruicio y