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tagena pa r a aguardar tiempo y sazon su g r an de–
sseo.
Y
desta manera fue desbaratado Melchior
V erdugo, el qual con la grande yra y enojo que
lleuaua yua jurando que se auia de )rr a España
ante Su Mages tad a pedille la conduta de a qu ella
empresa para r ecuperar toda la ti erra, que estaua
tiranic;ada de cruele tiranos y de traydores, y que
auia de traer de España y de la ysla de Sancto
Domingo , de S ancta Ma rtha , de Ca rtagena y de
otras pa rtes mucha gente para la g uerra que ya
t nia comenc;ada, y que el entonces, a pesar de los
tiranos, a ui a de e ntrar en los reyno de l P eru ; y
a i y ua diziendo otras muchas cosas. Assi como
Melchior e rdugo se fue, lu ego el Doctor Ri bera
hizo cabe<;a de proceso contra e l, ll amando lo a
preo·onc , y tomo ynformacion contr a e l de como
au ia entrado en la tierra de Su fage tad con mano
a rmada hazi endo mucho
ma l~s
y daño , vsurpan–
do la jurisdicion agena,
:r
a
i
de otras co as, y
e rrado
:r
sellado el tras lado de l proceso lo embi o
a E pafia al r ey nue tro señor. ui endo el Doctor
hecho sto
de~
o reformada la cibdad y pacifica;
aho r o al ·unos oldado de I elchiorYerdugo que
prendieron,
y
mando hazer mucha
y
diuer a co -
a que umpl ian a toda aquella cibdad, y lo Ye–
zino comenc;aron a reparar su ca as que e taua n
quemada . Pedro Ion o de Hinojo a, como Gene–
ral d Pi<;arrn, dexo en aquella cibdad a Don Pe–
dro Luy de Cabrera y a R eman i\Iexia de Guz –
man u hierno, on iento y ochenta arcabuzeros
por frontero , r efor ando la do
ompa111a que
t
nian con la
cr
nte d 1 capitan Ge ronimo de Ca-