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tenia nauios para yr al P eru, sino hazer de nueuo
algunas barcas grandes con que poder yr por el
gran desaguadero de la Laguna de L eon , que el
agua della va a salir a la mar del Norte, y dar vn
asalto en la: cibdad del
Jombre de Dios, en donde
si la ventura le sucediesse bien, proseg uilla adelan–
te.
'y
que de aquel
pu~blo
podría yr a la cibdad de
P anama y haz er tanto y pelear con el capitan Pe–
dro Alonso de Hinojosa y tomall e si pudiesse la
flota y armada de los nauios del tirano que allí te–
nia por frontera, o rriorir en la demanda, pues en
ello hazia gran seruicio a Su Magestad. En este
medio tiempo comenc;aron los soldados de Verdu–
go, como libres y essent-os, de hazer muchos ma–
les
y
daños en toda la prouincia , s in temor de la
justicia Real, por lo qual mando la Rea l Audien–
cia a l Oydor Ramirez, qu e ya se a uia buelto a su
assiento, hizi esse de tal manera que Melchior Ver–
dugo y toda su gente saliessen de toda la tierra
a,ntes que hiziessen mas daño en ella. El Licen–
ciado Ramirez con la gente que de nueuo hizo,
prestamente fue adonde Melchior Verdugo es ta–
ua y le mando con graues y grauissimas penas se
saliesse de la tierra con toda la gente que tenia. Y
despues por concierto que uvo con e l Oydor los
dexo estar por alg·unos días para aderesc;arse para
la partida,
y
d~spues
des to no u vo ninguno que se
atreuiesse hazer cosa yndeuid.aestando presente el
Oydor. Pues como Verdugo tenia acordado de yr
a
· ombre de Dios (1) con los soldados que le auia n
(1) Tachado:
de yrse.