CAPITULO XLIX
DE COMO AGUSTIN DE <;ARATE DIO SU EMBAJADA A
GON<;ALO PI<;ARRO DE PARTE DE LA REAL ÁUDIENCIA,
Y DE LO QUE EL Y SUS CAPITANES RESPONDIERON ES–
PRESANDO AGRAUIOS, Y DE OTRAS MUCHAS COSAS
QUE PASSARON
Partiendose Gorn;alo Pi<;arro del pueblo de
Parcos, donde lo dexamos atras, se fue su poco a
poco a las sierras rieuadas de Pariacaca, en donde
todos sus capitanes
y
soldados
s~
admarearon mu–
cho como en la mar, porque en este paraje haze
grandissimo frio, que en todo el año estan neuadas,
y
la causa por que se admarean todos los que por
aquí passan adelante lo diremos quando .tratemos
destas sierras. Llegado que .fue Gon<;alo Pic;arro
a Pariacaca
y
estando ya alojado con todo su cam·
po,·mando venir secretamente al Contador gene·
ral, con el qual se metió en su tienda y se habla–
ron muy largo, y le tomo la prouission que traya
y le amonestó que no dixesse otra cosa mas de lo
que le auia dicho Geronimo de Villegas para que
propusiesse ante sus capitanes y soldados. Agustin
de <;arate bien quissiera, como buen mensajer<? y
leal seruidor de Su Magestad, notificar la pro-