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domo mayor, desde el pueblo de Parcos, en que
por su carta juraua y prometía , como caualle·
ro hijodalgo , de hazer y cumplir y obedescer .a
~a
Real Audiencia en todo lo que le mandasse;
poniendose debaxo de su obediencia y mando
con todos los que en su exerdto estauan. Y de–
mas desto que si Su Magestad mandasse por so–
brecarta
qu~
las hordenarn;as se executassen,
que la obedesceria como mandato de su rey y se–
ñor natural, aunque viesse que se perdia la tierra
totalmente con todos los españoles y naturales de·
lla, y que el sería parte para que se guardasse y
cumpliesse.
Y
que si
~lgun
rezelo tenia era d€l Vi–
sorrey, porque le auian dicho certificadamente
que no auia venido a otra cosa sino .tan solamen–
te a quitalle la vida y la házienda que tenia, no
auiendo hecho por que, y que era de condicion
muy aspera y rezia, y sobre todo cruel y brauo
y
no nada affable, pues que mataua a los hombres
· quando se le antojaua sin le[s] oyr disculpa algu·
na. Assimismo que era faborescedor de los alma–
gristas, los quales tenían gran odio a los que se–
guían el vando de los Pic;arros, y que por es· o los
11amaua a cada passo, .de traydores.
Y
á
los alma–
gristas alabaua de leales,
y
[a] alg·unos dellos auia
hecho mercedes, no las meresciendo, pues auian
n¿uerto a gran traycion al Marques su hermano,
que merescian ser castigados por ello
y
no amer–
cendeados; y assi les embio a dezir otras cosas
que los Oydores hizieron poco casso dellas. Dexa–
do esto aparte, el Oydor Cepeda torno a embiar
otro mensajero
á
Gonc;alo Pic;arro, a dezille que
G.
DE SANTA CLARA.-II.-1.
o
~.