XXXV
dado en 1535 (1); pero creemos que los superficiales
conocimientos demostrados en aquella obra
(y
stría
necio demand'ar otra: cosa
á
un soldado de oficio
y
pobre de continuo) los adquirió en el transcurso de
su vida, siendo autodidacto como Juan de Castella–
nos
y
otros escritores que militaron en las Indias.
Menor de edad era aún Pedro Gutiérrez cuando
falleció su
padr~,
y
entonces quedó reducido
á
la
pobreza; él dice que por una intriga de su curador;
pero es más p.robable que el no heredar las enco–
miendas fuese por su condición de ilegítimo, que
impedía semejante transmisión. Lo cierto es que los
pueblos de Bernardino se pusieron luego á nombre
de S. M., como era de rigor cuando quedaban va–
cantes las encomiendas. En cierta Relación de éstas,
hecha hacia el año 1548
(2 ),
se describe así una de
las que poseyó aquél:
En Su
Magestad.-ATEMPA,
en los Ángeles.
•Este pueblo tiene dos estan<;ias pequeñas que
tienen diez cassas,
y
la cabe<;era con las estan<;ias
tienen todos juntos ciento
y
treinta cassas,
y
en
ellas dozientos
y
diez hombres con sus mugeres e
( 1)
Don Fray 'Juan
1/e
Zwx árrag-a. Estudio biog ráfico
y
bióliog-rájico,
.Por 'J. Garcfo Jca zóalceta.-Mé.xico,
1881. P ág.
212.
(2)
Cuando se compuso vi ía aún el Adelantado F rancisco de Montejo,
pues asigna
á
éste (folio 56) la encomienda de Ch ila.