CAPITULO XL
EN DONDE SE PROSIGUE TODAVIA EN CONTAR LO DE–
MAS ALBOROTO
Y'
ESCANDALOS QUE UVO EN LA
CfB- '
DAD DE LOS REYES ANTES QTJE PRENDIESSEN AL I-
ORREY BLASCO NUÑEZ VELA, Y DE OTRAS MU HA
(COSAS] QUE PASSA'.RON
Lo tres Oydor s y los dema de la lit;a que
tauan pue tos en la torrezilla tomando cons jo de
lo que harian, como arriba queda dicho, temi -
ron e mucho con gran t emor quando oy -ron tocar
al arma, y como no tenian entonces sjno ha ta
cient hombre , que los demas no auian acudido al
chillido, no abian que hazerse, antes túuieron n–
tend · o que les yria muy mal, y assi no hazian s ino
mirar e lo vnos a los otro . Como sintio sto
Francisco de E cobar, que comunmente llamauan
el tio, por erlo de Maria d 'Escobar, di xo a -ran–
des boze a lo
Ü}
dores
y
a lo de la liga: ¿qu ha–
zemos a qui , señore
m~b
?
Salgamos ¡cuerpo d
1
Dio
!
a la calle, y muramos como hombres de bien
peleando, y no como gallinas, encer rados en e ta
torrezilla . Oyendo esto ali ron todo con mas
r ezelo que verguenya, y estando ya en 1a calle
ieron venir muchos de a cauallo
y
de a pie, cas.
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