CAPITULO XXXIX
DEL GRANDISSIMO ALBOROTO QUE SE CAUSO EN LA
CIBDAD DE LIMA QUANDO EL CAPITAN MARTIN DE
ROBLES Y SUS CONSORTES Y ALIADOS YUAN A PRENDER
•CON MANO ARMADA AL VISORREY BLASCO NUÑEZ VELA,
Y DE LO DEMA QUE PASSÓ
Assi como Francisco Ca ero se victo libre en
fa
calle, no fue perezoso de menear los pies, por–
que el se fue a palacio lo mas presto que pudo, y
subiendo arriba
)
entrando dentro con licencia
del capitán de la g-uaTda, y del Visorrey, que le
mando entrar,
y
puesto ante el, le dixo con voz
presurosa
y
cassi sin aliento, porque fue corrien–
<lo. ¿Que haze vuestra señoria tendido en la
~ama
.a
tal hora, que los Oydores y otros muchos hor.n–
bres an hordenado de prender o matar a vuestra
Señoría de aquí a dos o tres horas, en siendo de
<lía, y estan todos a punto y bien armados y ence–
rrados en casa del Oydor <;epeda? El Visorrey,
.como
est~uiesse
sospechoso, siempre se hechaua
en la cama a dormir encima della vestido
y
armado
de cota
y
c;araguelle de malla, y como oyo
á
Fran–
cisco (1) Cáxero lo tuuo luego assi creydo, y con
{1 )
Tachado:
Ram irez.