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<le, que todos tuuieron entendido ser presos o
muertos, especialmente el Oydor <;epeda, y por
esto mando prestamente a Diego de Aguero, a Pe–
<lro de Vergara y a Martín de Ysasaga y a otros,
-que lueg·o encontinente se
fues~en
a poner a los
portillos de la cercas porque no dexassen passar
a ningunos soldados, sino que los detuuiessen alli
hasta que llegasse Martin de Robles. Y los que en
los portillos estauan por guardas no los dexaron
entrar, diziendoles que se fuessen a casa de <;epe–
<la, que alli e.staua el rey y el principe, que allí les
<larian libertad, y como no sabían lo que era se
yuan todos alla. Todos aquellos que possauan fue–
ra de las cercas, como oy essen tocar a l arma cre–
yeron que Gorn;alo Pic;arro daua asalto en la cib–
<lad, los quales fueron prestamente a los portillos
para yrse al Visorrey, y no pudieron passar, y
.assi se fueron tambien a casa de <;epeda.
Ta mbi~n
ac udio por su parte Antoño Solar con muchos co–
noscidos y amigos que tenia , a tomar venganc;a
en el Visorrey por lo que le auia hecho, y lo mismo
hizo Ventura Beltran, porque le quito los yndios
de su repartimi ento; estos se pussieron en vn por–
tillo para deffender que nadie passasse por allí a
dar fabor al Visorrey, y de alli los embiauan a casa
.de <;;epeda ._ Con esta diligencia y g uarda que se
puso en los portillos, no entraron todos a seruir al
Visorrey, si no fueron hasta sey cientós hombres
.que auian entrado ante que Die ·o de Aguero y
Ventura Beltran y Antoño Solar con los demas se
pu ie en a lli. D espues que el Visoi:r ey se leuan–
to , como dicho tenemo , e ino luego a l patio,
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