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mula andadora para en que fuera el padre Loaysa
al campo de los traydores, pUJes sabiades que yua
en seruicio de Su Magestad a lleuar ciertos recau–
dos mios; y más que delante de mi j ustificastes el
otro dia al traydor de vuestro hermano que viene
contra mi con esse Gon<;alo Pic;:arro. Y aun por
. estas cosas y otras muchas que vos, en especial lo
que ·uestro hermano, el obispo de Lugo, hizo en
España en deseruicio de Su Magestad, qúe lo he–
charon del Consejo Real, y por esso vosotros ago–
ra andais vrdiendo estas trayciones pensando
vengaros del rey. A esto dixo el Factor, con yra:
no me maltrate tanto ya vuestra S eñoria, que
traydor no lo soy, ni mis hermanos lo son, ni en
~odo_
mi linaje no.los uv0 sino muy leales _y <?Tan–
des seruidores del re
nues~ro
Señor. Queriendo el
actor proseguir adelante con su desculpa, no
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dexó el
V
isorrey, antes arremeti9 a el con la daga
en la mano, ¡o ceguedad!;
y
repentinamente le dio
dos puñaladas en lo hueco del hombro izquier–
do, de las quales heridas cayo lúego en el suelo
derramando mucha sangre. Y con esto el Factor
comeR<;o a dar vozes pidiendo a Dios nuestro Se–
ñor y a Sancta Maria su madre que le valiessen; y
demandando conf:fission y misericordia muchas
vezes; mas nµnca fue oydo. No uvo caydo el-Fac–
tor quando el Visorrey mandó a su h ermano Vela
Nuñez que lo acabasse de matar; el Genei::al dixo
que no se atreuia hazello, porque Su Magestad lo
tendriá en deseruicio, porque ellos no auian veni–
do de España a matar a los criádos del rey, sino a
conseruallos en paz y quietud. Desto se sintio mu-