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porque aquella noche hizo mucho frio, que lo cau–
só mas de miedo que \ erguen<;:a. De manera que
vnos se fueron a sus casas a dormir lo que les que–
daua de la noche.; otros, c·omo queda dicho, se que–
daron en palacio, sin 19s que mandó quedar, que al- ,
gunos dello estauan rezelosos de sus vidas, y alli
se dixo publicamente de como el Visorr y qt;teria
aquella noche cortar las cabec;as a los capitanes
Diego de Vrbina, Martín de Robles y al Thesorero
Alonso Riquelme, porque dixeron y uvo fama que
estos le maleauan
y
que escriuian al tirano. Salio
vana esta nu eua, porque aque lla misma hora ypun–
to estuuo el Thesorero Alonso Riquelme , que era \
muy viejo, gordo
y
gotoso, que siempre lé trayan
en
vn~
_?illa, en el primer patio, con vna pica en
las manos, y de alli no se mudó ni se fue hasta el
dia,, ae,-uardando lo que su señoría le mandaría.
Bien supo el Visorrey que el Thesorero est aua en
el patio con muchos caualleros, que si lo quissiera
matnr ló hiziera luego, antes que se le resfriara el
encendido enojo y furia que tenia; antes le embió
a mandar se fuesse a su casa a r eposar, y él lo
hizo assi. Pues Diego de Vrbina y Martin de
~o
bles nunca se apartaron de la presencia del Viso–
rrey en toda la noche, porque si los quissiera ma–
tar bien los auia v isto, y ·estuuieron muy cerca del;
assi que la nueua fue falsa
y
hechadiza, y no se
supo.despues por quien. Vna ho1Aa antes que ama–
nesciesse, el Visorrey mandó parescer ante si a
los capitanes Don Alonso de Mbntemayor
y
a Ge–
ronimo de la Serna y les mandó que cada vno de–
llos escogiesse veinte
y
cinco hombres de sus com-