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que en haziendoles ciertas señales con los dedos
matassen al Maestro de campo Diego de Vrbina y
al capitanMartin de Robles. Los amigos del Factor
se salieron, tfe la cibdad al campo a llorar
y
2lañir
su muerte tan desdichada, y muchos dellos se fue–
ron secretamente al tirano por caminos de pocos
sabidos, que sin duda fue muy querido y amado de
los pi<;arristas en este comedio que turaua este
gran terror, que era cosa estraña lo que les pes–
saua de lo hecho. De manera que temores, rezelos
y grandes sospechas no faltauan en esta hora en
toda la cibdad, porque todos
anda~an
muy atemo–
ri<;ados; que no hallauan otro remedio para tolerar
sus
1~ezelos
sino era ausentarse del Visorrey por–
que no tuuiesse tanta cuenta ni memoria dellos,
porque con su oluido escapassen de peligro, que
cierto le tenian mucho miedo, principalmente los
pic;arris tas.