272
ninguna fidelidad, sino que estauan llenos de.toda
, maldad-y traycion,
y
a muchos dellos los
aui~
ha–
llado de diuersas opiniones y de varias yntencio–
nes, y que no sabia ya con quien habla..r nj
cg.mu–
nicar sus
cos~s
ni las de Su Mag-estad. Todas estas
cosas y otras muchas díxo con mucha passio y
enojo,
y
a todas ellas no uvo ninguno que le qui–
siesse res·ponder porque· no les acontesciesse al-
,
,
guna desgracia como le auia acontescido los dias
atras
~
Antonio Solar, y assi callauan todos por
no le yndignar mas y estauan suspensos oyen–
dole lo que queria dezir. Diego de ,Vrbina, que
fue a llamar al Factor, aunque otros dizen que
el General Vela Nuñez, y _otros que fue Juan de
Vrbina, scbrino de Diego .de Vrbina, p·udo ser
· que fuesse el vho tras el, porque se tar.daua en
venir, los quales le hallaron que se
est~ua
ves-
r
tiendo a gran priessa para yrse a palacio.
Y
como
le dienon priessa no se cal<;o los borceguies-que
siempre solia traer, como viejo y anciano, sino
que tom<? vp9s pantuflos, y assi se fue abrochando
·e1 sayo por la
~alle.
Yua preguntando a Diego Vr–
bina ¿para que lo queria su señoria, pues lo llama–
ua con tanta priessa?
Y
el le contó la huyda de los
·tres Carauajales, sus sobrinos, y de P edro Martin
de Cicilia y de los demas hombres que se auian
ydo
a Gon<;alo Pi<;arro, que la may or parte dellos
eran de su casa: Y de su llamada qll_e no sabia a
que effecto,
m~s
de que el Visorrey auia salido a
las puertas de palacio a cauallo, y que auia pre-
.guntctdo por el y le fue respondido que no estaua
alli, por lo qual loembió a llamar con gran priessa;
/