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hombre que ossase estar delante del, por lo qual
se yuan a sus casas. Por otra parte alabaua a todos
aquellos que auian seguid_o el partido-de Almagro
el viejo, a los qua les llamauan chileses o almagris–
tas, y que estos eran los verdaderos seruidores de
Su Magestad y que merescian ser r emunerados
por los muchos seruícios que auian hecho a la Real
corona de Castilla. De los pic;arristas
dez~a
que
eran todos a vna rp.ano tr ydores
y_
p~rjuros,
mas
que el baria de tal maneraqueno quedasseen toda la
tierra piedra, ni pic;arra, que todo lo auia de alla–
n_ar por .el suelo. Y que la ynjuria que agora auian
I
hecho al Padre Loaysa tocaua a el
y
aun a Su Ma-
gestad, pues
lo
auia embiado por mensaj ero en su
Real nombre; y assi dezia otras muchas
C?Sa~
contra ellos. Assimismo le pesso dello al Obispo
de Lima, porque assi uviessen tratado tan mal al
Padre Loaysa, que lo queria mucJ:io, y desde en-
, torrees mandó
y
vedó que de ay adelante ningun
clerigo, ni frayle, fuesse al campo de Gonc;a1o Pi–
<;arro con ningunos recaudos, por el gran peligro
que auia en ello, so pena de descomunion. Y esto
mandó porque como los tiranos eran desuergonc;,a- ·
dos
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mal yntencionados, podrían matar algun re–
ligioso y quedar todos descom '.llgados; que mas
quería que se saluasse vn anima que todo el auer
que auia en el mundo; y esto se mando a los cleri–
gos y frayles so pena que yncurririan en las penas
y censuras que tenia puestas
~ontra
los que lo con–
trario hiziessen.