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lante se ponga remedio a tanto mal como podria
venir a toda esta tierra, quériendo[lo] v. s. reme–
diar; a lo qual lé dixo el Visorrey que dixesse; en–
tonces comenc;o a dezir:flo primero sera dezir que
rescibamos todoside v. s. tan gran merced que el
enojo que tiene agora contra los vezinos y contra
los bien vestidos se tiemple vn poco,
p~rque
de
las palabras que v. s. ha dicho y de cada dia dize,
11.a . procedido la rebelion
y
azoramiento de los
que v. s. bien sal?e, porque les a lastimado. Por–
que todos quantos por aqui se passean son bien
nascidos, los quales no podran sufrir estas leyes
que ag·ora v. s. les qui.ere poner, antes se dexarán
morir, porque mas se prescian traer vna lanc;a en
mano,
y
una adarga ante pechos, peleando contra
ynfieles en seruicio de Dios y de Su Magestad, que
no traer vn atado en las manos, lab1:'"ando los cam–
pos porque no estarán hechos ni habituados a
ello. Si v. s. dixera que los quería embiar a con–
quistar nueuas tierras, o yr contra el tirano, yo no
dudo que luego sin dilacion alguna dexarian los
mat)teos y capotes de grana y seda que traen; en–
tonces se veria lo que saben hazer en seruicio de
Dios y de Su Magestad y de v. S
:J.Lootro es que
v. s. nos trate con amor y begníuolencia, porque
E(n esta tierra no ay ningun traydor, que yo sepa,
antes ay muchos hombres de bien que son muy
leales a Su Mages,tad, que siempre han procurado
de le seruir, como agora le siruen, con sus perso–
nas y' haziendas. Porque tratando v. s. muy bien
a los soldados, yo tengo creydo que todos se ver–
nán a seruir a Su Magestad, y en su real nombre