197
vino muchas vezes a pie por el camino, que daua
el cauallo a los
~ompañeros
porque se cansaua n
de venir a pie; y Hernando Niño y los demas que
·con el vinieron, llegaron
á
palacio con sendos bor–
dones de caña en las manos, como romeros. De
todo lo qual el Visorrey rescibio grandissimo pe–
sar y enojo, y se altero en tanta manera que
~aua
vozes como hombre desatinado, en ver enir
de aquella suerte a su hermano y a los demas
leales, y con rostro muy triste les hablo y consola.
Y les dixo que a el le parescia muy bien de la
manera que venían descalc;os y con los bordones
en las manos, en seruicio de Su Mag estad, que no
bien vestidos y armados de oro y pla ta y de s eda
en seruicio de los traydores
:r
tiranos. Otro'" dia
por la mañana se arrastro en publica pla<;a la
vandera de Diego Diaz de Pinera, y se hizo peda–
<;os, y a el le apregonaron por traydor y aleuos <J,
de manera que quedó esta compañia sin capitan
por algunos días, aunque el alferez Gomez p esta–
cio mandaua a los soldados lo que aui a n de haz er.
Por este auto del hazer pedac;os la vandera resce–
bio dello gran afrenta el picho Gomez Destacio,
porque el Visorrey le hizo que el mismo la arras–
trasse y la hizíesse pedac;os, y desde entonc es le
fue muy contrario y mortal enemig o , como ade–
laiite diremos.
/
-