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de las cosas que el Visorrey dezia que auia de ha–
zer en la tierra, y de lo que podria susceder ah–
dando el tiempo si se guardassen las hordenan<; as,
'J--
~ ,
'Y
de como el Visorrey estaua_n1al ync!.ig-nado con–
'" tra todos
~qu_ellos
que vistian ropas de grana coo
mncho terciopelo
ca~·mesi,
y de los que trayan
. . \,,,. . manteos
~egros
de paño fino aforrados de seda
v
ir
·por de dentro y fuera, y con cal<;as cie terciopelo
muy bjgarradas y fanfarronas, ·que por tafetanes
trayan en ellas terciopelo carmesi o negro, que
~acta
vara de terciopelo valía entonces doze pesos
de oro de minas. Assimismo yua pensando, como
él
d~spues
dixÓ, de los juramentos que el Visorrey
.hazia a Dios y a Sancta Maria, y
po~_vida
de
Doñ~
. Brianda, su_!_Uug·er, que
l~ ue_andaua12.__2l.~1!.._ves
tidos los auia de hazer cauar y arar como labra–
dores e n E spaña,
y
a los ,que tenían de comer por
los Pi<;arrüs, que ño lo tuuiessen , y que no eran
Vh.
.vi....
menesu~r
tantos Guzmanes en la tierra, porque
ellos la hechauan a perder. Demas desto c;Iezia que
los hombres que se preciauan de caualleros hijos–
dalgo, que el los harfa abaxar mas - que ae-passo,
-
.
co.motodos lo verían, y que cada vno vssasse de su
officio, pues cassi la mayor parte dellos eran <;a–
patergsJ
~astres
y reméndones, y los demas ma-
.nos de
Saya~o..:J
Y-que nó era bien qué vn vezino
diesse a su criado de salario en cada vn año tres–
cientos o guatrocientos p esos de oro de minas,
sino que bastauan dalles quarenta ducados, aun–
que eran muchos, y mas la comida. Por todas
estas cosas y otras muchas que el Visorrey auia
dicho algunas vezes, yua Diego Diaz de Pinera