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Haron, le suplicaron con gran vehemencia se re–
portasse, y que no mirasse a las necedades y des–
atinos que Antonio Solar au ia dicho,
y
que per–
diesse el rancor que contra .el tenia
y
lo perdo–
nasse con clemencia. El Visorrey,,viendo a par de
si a su hermano y a su cuñado
y
a tanto caualle–
ro, templó :vn poco el enojo que tenia y mandó a
Pedro de Castro, theniente de alguazil mayor de
corte, que lo sacase de alli y encbntinente
}o
ahor–
casse en el rollo que está en medio de la pla9a.
Pedro de Castro Lo sacó de palacio para lo ahor–
car, como le era mandado, y antes que lo sacasse
a la pla<;a fue muy rogado y bien ymportunado de
muchos caualleros, amigos de Solar, que lo ile–
uasse
a
la cartel mientras alcarn;auan perdon y
la vida deste hombre,
y
el lo hizo assi. Antonio
Solar, como se vido aprissionado y en tan gran
peligro, embió luego a llamar a vn clerigo, con el
qual se confessó, y no hizo testam·ento porque
TI{>
auia de qué, porque el repartimiento de los yn–
dios que tenia y todos sus bienes fueron confisca–
dos a la Cámara de Su Magestad y puestos en su
Real cabe9a. Acudieron luego a esto el Reveren–
dísimo Obispo Don fray Geronimo de Loaysa y el
Regente fray Thomas de Sant Martin y muchos
caualleros de valor a rogar por Antonio Solar, y
como el Visorrey se vido tan ymportunado, y por
no conceder el perdon que le pedian, se salio de la
cibdad y se fue al campo a cazar con sus perdi–
gue~ros
y neblis. TÜuo creydo el Visorrey que Pe–
dro de Castro lo ternia ahorcado para quando el
boluiesse, porque lo dexó bien amenazado ¿por