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la
escalera arribá; que Pedro de Castro, de miedo
que tuuo, lo auia sacado de la carcel con furia y
presteza para lo ahorcar, y el verdugo yua delan–
te, que lleuaua el cabestro en la mano, y assi lo
tornaron a la carcel y le hecharon en fuertes pris–
siones. Visitaron otro dia los Oydores la carcel y
mandaron soltar libremente a Antaño Solar, por–
que no uvo ynformacion contra el, y el alcayde no
lo ossó hazer, antes dio dello auiso al Visorrey, el
qual mandó que no lo soltasse, sino que lo tuuiesse
a buen recaudo y bien aprtssionado. Tuuose-crey–
do que despues que todos estuuiessen descuydados
lo mandaría ahorcar vna noche, porque quando
amanesciesse estuuiesse ya puesto en el rollo.
Tornaron los Oydores a vissitar la carcel vn sá–
bado, los quales mandaron que se exsiuiesse la
ynformacion que se auia hecho contra Antaño So–
lar, y no la auia, por lo qual mandaron que se np·
tifficasse al Visorrey si teniá que pedir algo con–
tra él, que lo declarasse o mostrasse; donde no,
que
lo
mandarían soltar. El Visorrey respondio
que lo auia el mandado prender y ahorcar
por
el
villete que auia puesto en el tambo
d~
la Barran–
ca, y por
~as
desuerguern;as que en su presencia
auia dicho, y por la traycion que andaua ynten–
tando contra su persona y vida; que le dauan
fa–
bor los Guzmanes, que andauan por la cibdad
hinc"hados-como odres de viento. Y que por estas
cosas, y por vía de gouernacion, y siendo él Vi–
sorrey y capitan general, le pudo prender para
del hazer justicia, y que lo pudo hazer de derecho
sin dalles parte de la causa, pues no yncumbia a