![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0446.jpg)
42
DI
cun o
PHELl~ilNAlt
inmen o e pacio que les sirven de limite : otras cau a menos fortuik'l:::
y
de mas moralidad han contribuido tamnien
á
la rapidez
y
á
la erenidad
do u e plendor.
Trataron de adquirirlo bajo la bandera de la justicia
y
del derecho.
La revolucion que da principio
á
su historia fue tambien para ellos un
acto de defen a. No reclamaron mas que las g·arantías
y
los principio
con ignados en sus códigos y que el parlamento de su madre patria que
entonces e negaba
a
cumplirselos babia en otro tiempo reclamado
y
he–
cho triunfar con muchas mas violencias y desórdenes que los que causaba
la resi tencia de aquellos estados.
No puede decirse lógicamente hablando que fuese una revolucion lo
que se propusieron hacer. Su empresa era indudablemente grande
y
pe–
ligl'osa : para conquistar su iildependencia se atraían la guerra por parte
de un enemigo poderoso ,
y
además tenían que establecer un gobierno
central que reemplazara al poder distante de cuya servidumbre e querían
emanmpar. Pero no necesitaban hacer ninguna alteracion en sus institu–
·iones lona.les :
ca.dauna de aquella colonias era libremente gobernada
por lo tocante
á
sus relaciones interiores, y al convertirse en Estado ape–
nas tenia que hacer variacion alguna en sus máximas de gobierno
ni
en
la <iÍ·ganizacion de sus poderes públieo . Alli no babia antiguas tradiciones
que combatir, ni raneios privilegiosque detestar, ódestruir, por el contrario
la adhesion
á
las leyes
y
costumbres antigua , y el respetuoso afecto
á
lo
pasado dominaban en lodo lo ánimos : el si tema colonial dependiente
del amparo de una monarqufa lejana. se con' erlia sin ningun e fuerzo en
si lema republicano bajo la proteccion de un gobierno federal.
No hay indudablemente sistema alguno de gobierno para el cual ea
ma necesario el asentimiento general
y
e pontáneano del pai que el
republicano. Puede concebirse,
y
se ve confirmado por la historia, el es–
table~imiento
de e lados monárquico por medio de la fuerza ; pero no hay
ejemplo de que nunca haya podido hacerse lo mi mo con el régimen re–
publicano, pues no se concibe corno podria establecerse ó subsistir un go–
bierno popular que no contara con lo in tintos
y
la simpatías del pue–
blo. Las colonias de América no tuvieron qne superar tales dificultades
para convertirse en república de los E tados- nido : al adoptar esa for–
ma de gobierno no hicieron mas que atisfacer el oto general
y
desarro–
llar mas bien que abolir susistema anterior.
Tampoco se causó perturbacion ninguna en el órden ocia!; no hubo
lucha entre las clase diversa , ni di Jocacion violenta de inOuencias..\.un-