![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0343.jpg)
DE LA l\EVOL Cl01 DE
t
G.LATERRA.
"'l)'J
len io : pero Cárlo e taba inquieto; anle que fue e dia, llamó
á
Berb rt
que dormia en el aposento ecino ;
«
¿Habeis oido algo e ta noche? 1
preg·untó.-He oido bajar el puente levadizo, dijo Herbert, pero no me
he alrevido in órden de V.
l.
á alir d mi apo ento
á
una hora tan
desu ada.- Id
á
saber lo que ha sucedido. n Herbert alió, y pronto s–
luvo de vuelta : «Es el oronel Barrí on , señor.
n
e reta turba ion se
pintóen las facciones del rey.
<<
¿ ·slais seguro d
1 coron 1
Ilarri on?
Uerbert:
El capitan Reyoolds me lo ha di ho.
Rey :
En e te caso ya lo creo ; ¿pero habeis visto al coronel?
ffetbert :
o, señor.
Rey :
¿Os ha dichoReynolds por qué ha anido?
Jferbert :
He hecho lodo lo posible para aberlo ; pero la úni a re -
pue la que he podido obtener ha sido que el moti o de la llegada d 1 oro–
nel se sabria muy pronto.» El rey despidió
á
Berbert; al cabo de una hora
le volvió á llamar, siempre sumamente turbado, las lágrimas en lo ojo
abatido: ((Perdonad señor,
té
dijo Berbert, pero estoy on tel'nad de
er
á
V.M. tan atormentado por esta novedad.- Yo no esto asu taclo,
respondió Cárlos, pero lo que no podeis pensar, e ¡ue este hombre
el
mismo que babia formado el proyecto de.asesinarme en lo último tra–
tado . Una carta me lo hizo aber. o me a u rdo de haberle i lo ja–
más, ni haberle hecho ningun mal. No qui iera que me sorprendiesen.
Este lugar es propio para cualquier delito. Volveos
y
procurad ab
1·
porque ha venido Harrison.
»
Mas feliz esla vez Herbert supo que 1
ronel había venido para hacer conducir al rey á Wind or, 1 ntr tr
días lo mas tarde,
y
se apresuró
á
noticiár el ; la alegria brilló n lo
ojos de Cárlos :
«
ea en buen hora, dijo, por fin se vuelven ma trata..,.
ble : Windsor es un lugar que siempre me ha gustado; alli m indem–
nizaré.delo que padezco aqui.»
Efectivamente dos dias de pues, el teniente oronel Cobbet ino
á
de ir
al rey que tenia órden de enviarle inmediatamente
á
Windsor, dond e ta–
ba
ya
de regreso Harrison. Cárlos lejos de quejarse, apresuró él mismo su
marcha. Encontró á una legua de Hurst un cuerpo de caballerla encar–
gado de escoltarle hasta Winchester. Por do qui r que pa aba se veía
numerosa mullitud de gentil-hombres, labradores
y
paisano , lo uno
simplemente curiosos quese retiraban despues de haberlo visto pasar, lo
otros vivamente conmovidos, haciendo en alto. voz plegarias por su liber–
tad. Al llegar
á
Winchester, el corregí.dar y lo al 1rman vinieron
á