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e. Le tribunal componer·e de ciento incuenla omi ionado , sei pal'M,
tr grandes jueces, once baronet, diez caballero , · ei aldermanes d
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Lóndre , todos los hombres mas importantes de partido en el ejército,
1
parlamento y Ja municipalidad, menos Saint-Jobn Van , que declara–
ron formalmente desaprobar el acto, no querer lomar parle.
Cuando la ordenanza fue pre entada
á
la ancion de la cámara alta,
reanimó e un poco el antiguo orgullo de aquella asamblea, hasta enton-
e Lan abatida, que al parecer babia ella misma aceptado su nulidad :
<(No hay parlamento in el rey, u tuvo lord Manche ter; el rey no pue–
de pue er traidor para con el parlamento.-Ha querido la cámara baja
dijo lord Denbigb, insertar mi nombre en u ordenanza pero yo me deja–
ré hacer pedazo antes que a ociarme
á
una tal infamia.- Yo no quiero,
dijo el viejo conde de Pembroke, mezclarme en negocios de vida muer–
l~;
no hablaré contra e ta ordenanza, pero tampoco
r.onentiré.
n
Lo
doce lores único que se hallaban pre ente rechazaron la propo icion d
la cámara baja unánimemente. Al otro dia no recibiendo ningun men·aje
de lo !ore los diputados encargaron
á
do de u miembro· que fue en
á
la cámara alta, se hiciesenmanife. lar lo registro , y die en cuenta dC\
u re olucion.
Con lo que e tos dijeron, votaron al in tante que la opo icion de los
lores nada delendria; que el pueblo habia recibido de Dios la fuente d
todo poder legitimo ,
y
que los diputado de Inglaterra elegido
repre-
entando al pueblo, po eian el oberano· poder ; por una nueva orde-
nanza, el supremo tribunal de ju licia , in liluido solo en nombre de la
ámara baja, fue reducido á
15
miemb1·
, y tuvo órden de juntar
in retardo para arreglar lo preparativos del proceso.
Reunióse en efecto en e ion ecreta, lo ,
1 , 12,
15,
1 , 17, 1
y
19
enero, bajo la presidencia de Jonh Bradshaw primo de lilton, ju–
ri con·ullo apreciado en el bufete, grave en us costumbres, pero de un
espíritu altanero , fanático, sincero,
y
como tal ambicio o, inclinado
ú
probarlo todo para er rico,
y
pronto á dar su vida por u opinion. Tal
era la an iedad pública que e talló insuperable divi ion en el centro mi -
mo del tl'Íbunal : ningun llamamiento ningun esfuerzo pudo lograr que
se reunie en en las esione preparatoria ma de cincuenta
y
ocho miem–
bro : Fairfax fue allá la primera vez, pero no volvió ma . Entre lo
mi mos miembros pre ente muchos inieron solo para declarar su opo–
sicion : tal fue entre otro Ja conduela de Algernon idne , jóven aun,
pero a de mu
110
jnílujo en
1
partido r publi ano. R tirado de de algun